Lo primero que dijo Jason Kidd tras recibir a Kyrie Irving como regalo en el cierre mercado de traspasos fue que la mejor defensa de los Dallas Mavericks sería el ataque. Dicho y hecho en la primera victoria como dúo de la nueva pareja de moda en la liga, la del polémico base con Luka Doncic. Con 51 puntos y 16 asistencias, el tándem ofensivo más peligroso de la competición animó a sus compañeros a seguir su rumbo y machacar por 142-116 a unos San Antonio Spurs que, dicho sea, tampoco pusieron demasiado empeño a la hora de evitar el matadero.
Con la cabeza puesta ya en la persecución por Victor Wembanyama, el próximo número uno del Draft de 2023, el conjunto de Gregg Popovich abrazó la derrota en su camino hacia el fondo de la clasificación. Los Mavs, en cambio, cumplieron a rajatabla con la predicción de su entrenador, que se preguntó, “¿pueden nuestros rivales estar cómodos si anotamos tantos puntos?”. El baremo de incomodidad lo situó en los 130-140 puntos entonces, y el equipo respondió anoche a la perfección con ocho jugadores en dobles dígitos.
Doncic lideró la anotación con 28 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias (8-16 TC; 1-6 3P), fresco tras sus mini-vacaciones en México después de divertirse el All Star. Le siguió Irving con 23 tantos y 6 pases de canasta, mientras que Tim Hardaway destacó en la segunda unidad con 22 puntos y un 6 de 11 en triples. Después de perder tres encuentros consecutivos antes del parón por el fin de semana de las estrellas, la victoria recargó de energía a un grupo que piensa en el campeonato y marcha en sexta posición de la Conferencia Oeste (32-29). “Esto es un sprint de 22 partidos”, remarcó el entrenador.
Con su mejor noche anotadora del curso y su mayor acierto desde la línea de tres, los Mavs dejaron entrever la versión que pretenden usar como vía única hacia el triunfo durante los playoffs. 22 de 42 en triples (52,4%) y 142 puntos inalcanzables para la mayoría de oponentes. Justin Holiday, recién incorporado a la disciplina de Dallas, aportó 15 puntos y un 5 de 6 desde el perímetro en su debut con la franquicia partiendo desde el banquillo.
“La gente dice que Luka y Ky necesitan el balón, pero también saben usar a sus compañeros, que ahora mismo están cumpliendo con su cometido”, presumió Kidd ante la exhibición coral de los suyos. Dwight Powell, sin embargo, destacó que Dallas pretende trabajar mucho mejor en el aspecto defensivo. “La clave en los playoffs son los pequeños detalles, hay que trabajar en ello, y para ser más concreto, en la defensa”.
Los Spurs, que perdieron su 15º partido consecutivo, récord negativo del equipo, han caído en 20 de sus 21 últimas citas pero siguen penúltimos justo por delante de los Houston Rockets en la clasificación (14-46). A pesar del resultado, compitieron hasta el último cuarto, cuando una racha de 13 puntos anotando o asistiendo de Irving convirtió un liderato de 10 puntos en más de 25 antes del ecuador del período definitivo.
Allí terminó el choque, que nunca peligró para unos Mavericks que ya dominaban por dobles dígitos al descanso. “Sin duda es difícil jugar contra ellos. Son dos de los mejores jugadores en el uno contra uno, y hemos estado bien contra ellos, pero entonces la pasan a sus compañeros y los otros anotan sus tiros”, comentó Malaki Branham, novato pero referente en San Antonio con 23 puntos y 5 asistencias en la derrota.
“La gravedad de estos dos es de locos, poder tenerlos juntos”, se maravillaba Powell sobre la gran oportunidad que supone para el resto de compañeros poder contar con dos superestrellas encima de la pista. A los rivales, sin duda, no les da muchas opciones en defensa.