No hay días malos para Luka Doncic. Y, si lo tiene, lo endereza. Como se si diera ese paseo por el parque del que hablaba Jason Kidd para volver a subirse a los 30 puntos tras bajarse dos partidos, con ese caminar ganso, el esloveno observa, escanea y luego procede. Acelera y corre, piensa y ejecuta a la velocidad de la luz. De los 5 puntos y el 2/8 en lanzamientos del primer cuarto a los 13 tantos del segundo y del tercero para sepultar a los Denver Nuggets (127-99) con un nuevo triple-doble, el 50º de su carrera: 33 puntos (11/22 en TC), 11 rebotes y 11 asistencias. Sólo Magic Johnson y Oscar Robertson habían firmado tal barbaridad de cifra antes de los 25 años, con más días de edad Magic que el esloveno, con menos Robertson.
Pasó el ‘Niño Maravilla’ de 0 a 100. Del Doncic tranquilo del paseo por el parque al desenfrenado, al del Red Bull y el café que decía el esloveno como otros de los remedios para regresar a los 30 tantos que le alzan por delante del resto en la carrera por el MVP.
Lo que empezó siendo una tarde poco inspirada y pesada, hasta perezosa, sin aliciente para Luka –Nikola Jokic, con Covid-19, y Jamal Murray se ausentaron-, derivó en una tarde ideal con una cifra redonda donde hizo feliz también a los que más lo necesitan en este momento, con minutos al final para los suplentes, entre ellos Facundo Campazzo. Con 50 triples-dobles a sus 23 años, el base, décimo en el ránking, hace cuentas para arrebatarle a Russell Westbrook el número 1 de los triples-dobles con 194.
El intelecto de Doncic derruyó la fuerza y el orden de los Nuggets, demasiado limitados sin Jokic ni Murray, especialmente si a Michael Porter Jr., con altos y bajos en los últimos encuentros, le da por apagarse en esa intermitencia, con sólo 10 puntos y un pobre 4/15 en TC el alero. Cinco jugadores llegaron a los dobles dígitos, peor ninguno a los 20 puntos con 18 tantos para Bruce Brown y Kentavious Caldwell-Pope, 17 para Bones Hyland, 12 para Jeff Green y los 10 de Porter Jr.
Con tal precaria situación, todo pasaba más que nunca por intenta reducir en la medida de lo posible a Doncic. El plan empezó dando resultado con el corto 29-27 favorable a Dallas del primer cuarto, ofuscado el esloveno en el poste y en especial frente a un Bruce Brown que se hizo fuerte pese a su menor tamaño y contaba también siempre con una ayuda cercana aunque sin ejecutar el 2×1 ante el que tanto se relame el esloveno con su capacidad de pase. Fracasados los intentos en el poste, el base empezó a recurrir a los triples, negado como lo sigue estando desde el perímetro en este inicio de temporada (2/7 ante los Nuggets y un 29% de promedio).
Fue entonces cuando Luka empezó a juguetear con los bloqueos y los cambios de marca como tanto le gusta, a ordenarle a sus compañeros a quién se quería enfrentar en el uno contra uno para que le pusieran las pantallas y así empezar a penetrar con el buen spacing y la amenaza exterior de sus compañeros, con otro gran día general para los Mavericks desde el perímetro con un 40% a pesar del poco acierto del esloveno, destacando el 3/3 de Spencer Dinwiddie, con 15 puntos. Y en el momento que Doncic empieza a penetrar, ya ha ganado, porque anotará o asistirá.
El base, ávido leyendo los mismatch que se producían con los cambios, encontró en la pintura a un genial Christian Wood que escaló hasta los 28 puntos (11/16 en lanzamientos). Casi solventado el partido al descanso (73-55), sin que los Nuggets encontraran alternativas más allá de las penetraciones de Brown o Hyland. En el tercer cuarto, Doncic fue a por más, poniendo el ojo en DeAndre Jordan para hacer con el pívot, muy lento, todo lo que quisiera, preparándole sus compañeros el terreno con hasta jugadas de dos bloqueos consecutivos para que el base se quedara en el cambio con el ‘center’ estadounidense.
El equipo de Michael Malone trató de solventar el problema yendo a defender el pick & roll con 2×1 para proteger a Jordan, pero, si no puede dar, el esloveno se pone a repartir y eso es lo que hizo, encontrando al compañero liberado, sirviendo también asistencias de espaldas. No tiene ojos en la nuca sino que lo ve todo antes que cualquiera. Menos de momento para las faltas técnicas, Doncic tiene soluciones para todo.