Luka Doncic se va a ir del Mundial con disgusto y con una lesión agravada. A la dolorosa eliminación contra Canadá en cuartos -más que por el qué, por el cómo con su expulsión por dos técnicas-, se una lesión en el muslo con la que ya empezó la Copa del Mundo y que ha ido a peor con el paso de los partidos. El base arrastra este problema físico desde marzo y ya le condicionó su final de campaña en la NBA.
“No sé qué decir. La lesión no está bien”, dijo, con gesto serio el ’77’ antes del encuentro por el séptimo puesto ante Italia, en el que rozó el triple-doble con 29 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias en la victoria de Eslovenia (89-85).
Al inicio del training camp con su selección, Doncic quiso restar importancia a una dolencia que ya le obligó a retirarse de tiempo en un amistoso contra Grecia antes del Mundial. En declaraciones recogidas por Basketnews, la estrella de los Mavericks quiso reafirmar su compromiso con su país:
“Yo juego, no importa qué, incluso en el preolímpico, si estoy sano”, recordó Luka Doncic, con un mes y medio por delante para acabar de recuperarse de su persistente lesión antes de que empiece la temporada.