Luka Doncic puso toda la magia de su parte para intentar aupar a los Dallas Mavericks en el TD Garden. De poco le sirvió brillar individualmente ante el mejor equipo de la competición y la mejor dupla de la liga. Sus palabras. Los Boston Celtics supieron contestar el reto del talento esloveno, máximo anotador de la NBA en este arranque de temporada, y se llevaron el partido ante su público por un solvente 125-112.
“Son probablemente el equipo número uno en la liga, y probablemente tienen el mejor dúo de la competición. Y estamos en el Garden, un escenario especial”, decía el as de los Mavs antes de firmar 42 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias (17-28 TC; 3-8 3P) en la derrota. Cuando el mago de Liubliana entró en calor, Jayson Tatum se encargó de bajarle los humos en un duelo de superestrellas precioso. El alero no se quedó lejos del registro de su oponente con 37 puntos, 13 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones (11-24 TC; 2-7 3P), aunque a diferencia de él sí pudo contar con sus compañeros.
“La manera en cómo juegan, hay gente que intenta separarles, pero encajan muy bien. Por eso fueron a las Finales el año pasado, pienso que son dos muy buenos jugadores”, añadía Doncic sobre la dupla. Jaylen Brown, con 31 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias, actuó también bordeando lo sublime y para el resto estuvo el equipo, la pata por donde todavía cojean en Texas. Todos los titulares de Boston aportaron en dobles dígitos, y Malcolm Brogdon añadió 13 tantos y 6 rebotes partiendo desde el banquillo.
En Dallas, el reserva Christian Wood fue la única chispa que sirvió de complemento de Doncic con 26 puntos y 12 rebotes. El pívot, además, lleva ya unos días pidiendo entrar en el cinco inicial a Jason Kidd, que no encuentra fórmula para arropar efectivamente a su figura con la plantilla que tiene. El resto fue un solar, ya que tan solo Spencer Dinwiddie (15 puntos) y Dorian Finney-Smith (10) superaron también los dobles-dígitos en el bando visitante.
“Tienen uno de los mejores balances y les falta una pieza clave en Robert Williams III”, ahondaba Doncic, muy centrado anoche en las virtudes del rival. Tanto elogio puede incluso revestir alguna crítica. ¿Se siente demasiado solo?
Solo ante el peligro
Los datos dicen que sí. Con 34 puntos por partido, es el máximo anotador del curso; con 8,1 asistencias y 1,8 robos de promedio, es el cuarto mejor en ambos apartados. Los Mavs recurren a él en un 37,3% de las posesiones, el porcentaje de uso más elevado de toda la competición, y aún así presentan un balance de 9 victorias y 8 derrotas. Anoche, Doncic pudo observar el buen ambiente y la compenetración de los líderes de la liga, destacados del resto con 14 triunfos y 4 derrotas.
“Luka se ha puesto fino, pero entonces el equipo ha respondido. Se trata de capear la tormenta”, explicaba Brown sobre el esfuerzo de Boston. Los locales llegaron a dominar por 27 puntos en el tercer cuarto, pero Dallas reaccionó con un parcial de 13-2 y llegó a bajar de los dobles dígitos con 3:30 en el videomarcador. Con un 117-107, Doncic y Tatum firmaron un bonito duelo personal que se llevó el ídolo del TD Garden.
Una secuencia con mate de Tatum, falta en ataque de Doncic, tiros libres para el de Boston y luego un tapón de mérito en defensa decantaron el encuentro, cerrado definitivamente con un triple de Brown. Los Celtics, con el triunfo, vuelven a la senda ganadora tras haber visto cortada su racha de nueve victorias contra los Bulls. “Lo de Chicago fue un partido, a veces no meterás los tiros y tendrán más presión en defensa. Más veces que no, este equipo jugará de la manera adecuada”, zanjó el escolta.