Ya lo dicen. Tanto va al cántaro a la fuente…que al final se rompe. Y no pudo ser más ajustado y literal en este caso, rompiéndose Luka Doncic. Pero nada de molestias o lesiones ‘agravadas’ desde la narrativa para justificar su descanso, sino una dolencia de verdad. Una tan cierta -como el dolor en forma de preocupación que invadió por dentro a los Mavericks-, que el esloveno se tuvo que retirar en la victoria de Dallas contra los Phoenix Suns (95-99) cuando no habían pasado ni cuatro minutos por un esguince de tobillo derecho tras una mala pisada en una acción ante Cam Johnson.
Tan poco tiempo en pista que, con una evidente cojera, se fue sin anotar. Algo que nunca le había pasado en el lustro que lleva en la NBA. Jamás.
La ausencia del esloveno estimuló, por una vez, a sus compañeros, que hasta ahora nunca se las habían sabido arreglar solas sin su estandarte, cinco derrotas en los cinco partidos sin Doncic. El segundo a bordo más fiable esta temporada del esloveno -Spencer Dinwiddie-, se comportó como tal y elevó su rendimiento hasta unos impresionantes 36 puntos con un 10/18 en lanzamientos y un preciso 5/6 en triples además de 9 asistencias para tumbar a unos Suns con otra energía desde la vuelta de Chris Paul.
Todo era muy bonito cuando, hace apenas tres semanas, Doncic coleccionaba cifras de escándalo, que si 60 puntos, que si 51, que si 50. Pero Luka, que ya había dado claros síntomas de fatiga días atrás, llegó a su límite.
La gran suerte para Dallas, que el esloveno no sufre fractura ósea, según reveló el especialista Chris Haynes. “Él se sentía bien”, aseguró el entrenador de los Mavericks, Jason Kidd, que dijo que se facilitaría más información de cara al partido de esta próxima madrugada ante los Jazz a falta de más pruebas.
“Los chicos demostraron carácter, entendiendo que las lesiones forman parte del juego. Destacó Spencer pero hubo participación de todo el grupo, especialmente en defensa, dejamos a los Suns en 95 puntos”, destacó Kidd, que, por primera vez este curso, puede decir que sus pupilos han sabido jugar como equipo sin Doncic.
Dinwiddie se vio sobre todo complementado por Dorian Finney-Smith (18 puntos y 12 rebotes), Dwight Powell (15 tantos), Tim Hardaway Jr. (11) y Reggie Bullock (10) en unos Mavericks sin Christian Wood por lesión. Chris Paul fue líder con 22 tantos y 10 asistencias en unos Suns que llegaron sólo 2 abajo (95-97) en los últimos 12 segundos. Le siguieron Cam Johnson con 22 puntos y Deandre Ayton, con 19 puntos y 20 rebotes. Mikal Bridges acaparó la atención riéndose del banquillo de los Mavs tras un triple.
Le convenía un triunfo a Dallas, con un 3-10 en los 10 anteriores encuentros. Lo de Doncic, tan sumamente exprimido por su equipo, no parece grave. Pero están avisados.