Luka Doncic se marchó muy cabreado tras la derrota de los Dallas Mavericks en la pista de los Phoenix Suns, que vapulearon a su oponente en la segunda mitad con un recital en ambos lados de la cancha. La franquicia de Arizona apabulló a los texanos por 110-80 para poner el 3-2 en la eliminatoria y dejar a los Mavs contra las cuerdas. Al esloveno y sus compañeros, molestos por un par de jugadas subidas de tono con todo resuelto, tan solo les servirá ganar en el siguiente partido para seguir vivos en estos playoffs.
“Todos se hacen los duros cuando van ganando”, gritaba Doncic camino de los vestuarios, un momento captado por las cámaras de la televisión estadounidense ABC. Cuando los titulares ya estaban en el banquillo, los suplentes de ambos equipos tuvieron un par de encontronazos sobre la cancha, aunque no hubo expulsados ni nada por el estilo.
Más calmado, ya en rueda de prensa, Doncic analizó la dura derrota de su equipo, algo desdibujado y poco fiel a su identidad del resto de la temporada. “Creo que nos hemos relajado”, explicó sobre el nefasto tercer cuarto de Dallas, que perdió el parcial por 33-14. “No hemos sido nosotros mismos, tenemos que jugar mucho mejor”.
A pesar de la derrota, el esloveno se mostró optimista de cara al próximo encuentro a vida o muerte: “Estamos bien, tenemos toda la confianza del mundo. Siempre es bonito jugar ante nuestra afición. Va a ser difícil contra este equipo, pero tenemos que creer”.
En una eliminatoria con más de algún mensaje subliminal entre sus estrellas, Devin Booker volvió a mandar un recado a Doncic después de recibir una contundente falta de Dorian Finney-Smith. Tumbado en el suelo, hizo algo de cuento y cuando se levantó lanzó su dardo envenenado: “La especialidad de Luka”.