Luka Doncic demostró que ya ha llegado su hora en la NBA y se encargó de completar la machada de los Dallas Mavericks sobre los Phoenix Suns en las semifinales de la Conferencia Este. Le vacilaron Chris Paul y Devin Booker durante una rueda de prensa al inicio de la eliminatoria, y también el rapero Lil Wayne desde la banda más tarde. Él, sin embargo, habló donde mejor habla y cuando más importaba, sobre la pista y en el escenario de las grandes estrellas, el séptimo partido a todo y nada para citar a su equipo con los Golden State Warriors en las Finales de Conferencia. El mejor equipo de la liga en temporada regular pareció una banda de aficionados ante el genio esloveno y la defensa de élite de los texanos, que provocaron el ridículo local en un partido para la historia que finalizó con un abultado 90-123 en el marcador.
“No sé que decir, ha sido increíble. Es una gran victoria de equipo, no nos hemos tomado ni una posesión de descanso”, comentó el esloveno nada más finalizar el encuentro. “Aprendimos mucho como equipo el año pasado cuando perdimos el séptimo contra los Clippers, hoy teníamos una oportunidad y hemos jugado genial”.
Al descanso, Doncic había metido tantos puntos como los Suns al completo, y el 27-57 dejaba claro y meridiano que no habría resurrección de los locales en Arizona. Phoenix, el rival a batir de largo durante la temporada regular (64-18), se empequeñeció ante el reto del Game 7, una cita primeriza para Devin Booker, DeAndre Ayton y Mikal Bridges. Todos estuvieron desacertados, pero más notable todavía fue el descalabro de todo un veterano como Chris Paul, completamente desaparecido durante la totalidad del encuentro. El base, desde que cumplió 37 años durante la misma eliminatoria, ha acumulado 17 canastas, 20 faltas, 22 pérdidas y 27 asistencias, una producción muy alejada de sus registros habituales.
Todos ellos se pasearon por la pista como auténticos zombis, incrédulos ante lo acontecido sobre la pista. Por poner un par de ejemplos, Booker maquilló su desaparición con 11 puntos después de arrancar el choque con un 0 de 9 en tiros de campo y Ayton (5 puntos y 4 rebotes) no fue capaz de hacer nada ni en defensa ni en ataque. Bridges, que intentó ser agresivo, se marchó con un 3 de 11 en tiros de campo. Paul, que lleva años buscando un anillo para respaldar su trayectoria de salón de la fama, extendió un dato inédito en la liga perdiendo su quinta eliminatoria tras empezar liderando por 2-0.
Los Suns despidieron su gran temporada con un esperpento imbuido por los 35 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias del mago de Liubliana (12-19 TC; 6-11 3P), una absoluta bestia competitiva que olió la sangre nada más comenzar el choque. Phoenix se convirtió en el segundo equipo de 64 o más victorias que no alcanza unas Finales de Conferencia en toda la historia, y los Mavs completaron así una de las grandes sorpresas del año. Ahora, ya sin complejo alguno, presentan candidatura a un anillo que está a ocho victorias cuando nadie daba un duro por ellos.
Doncic no estuvo solo y Spencer Dinwiddie se sumó a la fiesta temprano para desespero del rival. En un abrir y cerrar de ojos, el dúo improvisado en el mercado de traspasos de febrero reventó todos los pronósticos con 27 y 21 puntos respectivamente al receso. La incorporación de mercado terminó con 30 puntos, un 11 de 15 en tiros de campo y 5 de 7 en triples, la segunda máxima anotación partiendo desde el banquillo en un Game 7.
En el tercer cuarto, los Mavs siguieron pisando el acelerador y pudieron terminar el séptimo partido sin ningún titular sobre la cancha durante la totalidad del último período. Phoenix llegó al último período 50-92 abajo, un -42 que marcó su peor desventaja en toda la temporada. Siete meses de tremendo baloncesto para terminar desfigurados y llegando a perder por 46 en el último cuarto antes de amortiguar un poco el resultado durante los minutos de la basura.
La gestión de Jason Kidd, encomiable desde el banquillo en su primer año en Dallas, transformó a los Mavs de un genio ofensivo en unos currantes del juego defensivo. En 2022, los Suns fueron el equipo que más partidos ganó de calle, pero los texanos fueron los siguientes de la lista. Ninguno de los dos consiguieron romper la ventaja de campo en su eliminatoria hasta anoche, toda una muestra de la buena predisposición mental de los unicornios.
“Voy a disfrutar de esto y mañana ya pensaremos en Golden State”, explicó un Doncic que no dejó de sonreír durante todo el partido. La NBA se rinde al astro esloveno y a estos Mavericks, que sueñan ya con el ansiado anillo.
Suns (90): Crowder (5), Bridges (6), Ayton (5), Paul (10), Booker (11).
Banquillo: Craig (2), Johnson (12), McGee (4), Biyombo (1), Payton (2), Payne (5), Holiday (0), Shamet (9), Wainwright (2).
Mavericks (123): Finney-Smith (5), Bullock (5), Powell (6), Brunson (24), Doncic (35).
Banquillo: Kleber (3), Bertans (0), Chriss (3), Burke (4), Dinwiddie (30), Ntikilina (3), Green (3), Brown (0), Marjanovic (2).
Parciales: 17-27 / 10-30 / 23-25 / 40-31
Árbitros:
Incidencias: Séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Oeste disputado en el Footprint Center de Phoenix, AZ, ante 17.071 espectadores. El balance de la eliminatoria fue de 4-3 favorable a Dallas.
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