Todas las miradas buscan a un futbolista, pero no lo encuentran. No hay caso. Ese jugador-imán ahí, en el campo de entrenamiento de Argentina, no aparece. ¿Dónde está Messi? ¿También a Leo le pasó algo? Las inquietudes no resultan exageradas. En la concentración situada en la Universidad de Qatar, el fantasma de las lesiones se instaló impulsado por las bajas de Nicolás González y Joaquín Correa. Y si el 10 no aparece en el primer ensayo abierto a la prensa en Doha, suena raro…
Lo esencial, primero: Leo está pleno. Es real que este viernes no estuvo en el campo en el tramo de práctica presenciado por los periodistas. Todo tiene una explicación. Messi se había quedado en el gimnasio, igual que otros futbolistas: Rodrigo De Paul, Angel Di María, Leandro Paredes, Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez y Juan Foyth. Todos ellos fueron quienes sumaron mayor cantidad de minutos el miércoles contra Emiratos Árabes Unidos. Por eso se les indicó un trabajo especial. Después, cuando la prensa ya había dejado el lugar, el capitán apareció en el campo. Leo está de 10 y será titular sin dudas contra Arabia Saudita en el debut mundialista de este martes.
Dejando al margen a Messi, el entrenamiento de este viernes fue muy importante para Argentina. Es que, más allá de las dos bajas que dispararon las convocatorias de emergencia de Angel Correa y Thiago Almada, el DT Lionel Scaloni siguió con atención a otros jugadores que arrastran diversas molestias. Marcos Acuña (pubalgia) y Alejandro “Papu” Gómez (molestia en una rodilla), los más observados, respondieron bien. Lo mismo Nicolás Tagliafico (sobrecarga muscular) y Paulo Dybala, quien recién el 13 de este volvió a jugar unos minutos en la Roma tras un desgarro. Son demasiados hombres con malestares cuando la competencia todavía no comenzó.
También hay un par de intérpretes cruciales, habituales titulares, que Scaloni cuida al extremo y piensa incluirlos desde el inicio contra Arabia Saudita. Se trata de Cristian Romero (sale de una distensión en el gemelo derecho) y Lautaro Martínez (no jugó contra Emiratos Árabes Unidos el miércoles por una sobrecarga).
Cuti Romero y Lautaro se encuentran en una caja de cristal. Uno es clave en el corazón de la defensa, por personalidad, tiempismo y salida con jerarquía. El otro es el “9” preferido de Scaloni, ese centrodelantero con casi medio gol de promedio en celeste y blanco. El entrenador argentino no quiere perder más jugadores medulares. Primero, no pudo citar a Giovani Lo Celso. Después, desafectó a Nico González y Joaquín Correa. Ya es suficiente. A espantar los fantasmas.