WASHINGTON – Mientras la economía se desploma y crecen los casos de coronavirus en Estados Unidos, los demócratas mantuvieron el lunes su pulso con el presidente Donald Trump para lograr un nuevo paquete de rescate que incluya cuantiosas ayudas sociales.
El escenario de la nueva batalla entre republicanos y demócratas es la oficina en el Congreso de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Allí se reunieron el lunes durante dos horas a puerta cerrada los líderes demócratas, Pelosi y Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, así como los dos representantes del mandatario: el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, y el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows.
LOS DEMÓCRATAS NO CEDEN
“Fue productivo aunque todavía tenemos nuestras diferencias”, dijo a la prensa Pelosi a la salida del encuentro.
Explicó que las partes están debatiendo contra reloj sobre cuáles son las necesidades de EEUU para determinar cuántos fondos deben destinarse a diferentes programas y afirmó que, a su juicio, el problema es que “millones de niños no tienen seguridad alimentaria, millones de personas tienen miedo a ser desahuciados y decenas de millones de personas están viviendo de los subsidios al desempleo”.
Pelosi insistió en que la propuesta demócrata no ha cambiado: quieren que el Congreso apruebe un rescate de $3 billones que mantenga intacta la ayuda de $600 semanales que hasta ahora estaban recibiendo los estadounidenses.
El hombre de Arizona la amenazó con matarla para quedarse con su cheque de coronavirus, según las autoridades.
Frente a ello, los republicanos ofrecen un rescate de $1 billón con una rebaja de la ayuda al desempleo a $200 semanales.
Además, los demócratas quieren que el paquete incluya fondos para una estrategia federal frente a la pandemia y están presionando para conseguir ayuda para los estados, así como fondos para fortalecer el Servicio Postal de cara a las elecciones de noviembre, ya que muchos estadounidenses tendrán que votar por correo.
Ese punto del voto por correo es el que más incomoda a Trump, que ha puesto en duda su fiabilidad y hoy mismo amenazó con demandar al estado de Nevada por estar valorando implantarlo para los comicios de noviembre.
TRUMP AMENAZA CON TOMAR MEDIDAS POR SU CUENTA
Asimismo, el presidente amenazó el lunes con actuar por su cuenta para evitar los desahucios mediante una orden ejecutiva.
“A mucha gente la van a echar a la calle, pero yo lo voy a parar, y lo haré yo mismo si tengo que hacerlo. Tengo muchos poderes con respecto a las órdenes ejecutivas y estamos valorándolo muy seriamente ahora mismo”, aseveró Trump en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca.
A finales de junio expiró una medida que había impedido el desalojo de unos 12 millones de estadounidenses durante los últimos cuatro meses y, además, el viernes vencieron las ayudas semanales de desempleo de $600 que estaban recibiendo unos 30 millones de trabajadores en EEUU.
Reiteró que familiares que recibieron el dinero en cuentas bancarias o tarjetas prepagadas deben devolverlo.
A pesar de la gravedad de la situación, Trump ha estado ausente en las conversaciones con los demócratas y tampoco ha logrado unificar a su partido, donde una minoría de legisladores se resiste a apoyar cualquier tipo de gasto adicional porque les preocupa un aumento de la deuda.
El presidente, sin embargo, se reivindicó el lunes y dijo haber estado “muy implicado” en el proceso.
El acuerdo para un paquete de estímulo económico parece estar más lejos debido a que ambos partidos están preocupados por las elecciones de noviembre, en las que Trump se enfrentará probablemente al exvicepresidente Joe Biden, virtual candidato demócrata.