El clavadista mexicano Diego Balleza durante un entrenamiento en Monterrey.Jorge Mendoza (AP)
Los deportistas mexicanos han reconocido, a lo largo de las décadas, que no pueden vivir solo de los recursos que les provee el Gobierno. En el último año, los nadadores han tenido que buscar alternativas para encontrar recursos para mantenerse en forma de cara a las competencias internacionales. Dos clavadistas rompieron el tabú y abrieron cuentas en OnlyFans, la plataforma que vende fotografías y vídeos de tinte erótico en internet. Diego Balleza fue el primero en hacerlo y luego Andrés Villarreal, quienes participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Balleza y Villarreal han hecho público en sus perfiles que la venta de sus fotografías es para financiarse en un año en el que coincide el Mundial de Natación en Fukuoka (Japón), el cual se realizará entre el 14 y el 30 de julio. También se realizarán, en octubre próximo, Juegos Panamericanos en Santiago de Chile y en el verano de 2024 se realizarán los Juegos Olímpicos en París 2024. En el caso de Balleza (28 años), empezó su cuenta en marzo pasado. Villarreal (26 años) en junio. Ambos recibían una beca mensual de la Conade de más de 30.000 pesos.
“No lo veo mal, creo que en el país estamos un poco atrasados en esos aspectos”, contó Balleza a Milenio sobre su cuenta de OnlyFans. “Al final de cuentas es tu cuerpo, es algo natural. Soy libre de expresar mi cuerpo”, agregó.
Desde enero de este año, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) dejó de aportar dinero a los deportistas afiliados a la Federación de Natación debido a que la federación internacional, la World Aquatics, tomó el poder de la institución mexicana tras un desfalco de recursos de su entonces presidente, Kiril Todorov. Ana Guevara, la comisionada, negó dar recursos a un naciente comité que iba a mediar la crisis.
El clavadista Andrés Villarreal durante su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio. Clive Rose (Getty Images)
Eso fue un duro golpe para la natación mexicana. Las clavadistas Alejandra Orozco y Gabriel Agúndez sopesaron la posibilidad de subastar sus medallas de bronce ganadas en Tokio para solventar sus gastos, entre ellos el salario del entrenador Iván Bautista. Las mexicanas hicieron público que no tenían fondos para viajar a Japón y salió la aerolínea Aeroméxico para ofrecerse a ayudarlas. Lo mismo ocurrió con Jonathan Paredes. Otro clavadista, Kevin Berlín, se puso a vender una marca de café personal especial para tener recursos rumbo a París 2024.
El caso que retumbó por México fue el del equipo de natación artística. Las nadadoras pusieron a la venta trajes de baño y toallas conmemorativas para solventar algunos gastos de cara al Mundial de Egipto. Seis de ellas tenían un apoyo extra tras pertenecer a las Fuerzas Armadas. También pidieron ayuda al magnate Carlos Slim para que les pudiese pagar el viaje. Tres oros y un bronce después, las mexicanas regresaron con toda la gloria.
Un grupo de nadadoras y entrenadoras interpusieron un amparo para que la Conade les devolviera sus becas deportivas. Un juez federal, con sede en Ciudad de México, le dio la razón a las deportistas y obligó al organismo a devolver el dinero.
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