Dos militares de la Guardia Nacional, secuestradas y liberadas en el mismo día en Puerto Vallarta

Dos militares de la Guardia Nacional, secuestradas y liberadas en el mismo día en Puerto Vallarta


Elementos de la Guardia Nacional cruzan el límite de Puerto Vallarta y Nayarit, en diciembre de 2020.Nayeli Cruz

Fue un día convulso que empezó como drama y acabó en final feliz. Por la mañana el comandante de la 41 zona militar, Vicente Pérez López, anunció en una rueda de prensa el secuestro de dos militares integrantes de la Guardia Nacional, la subteniente Tania Quintanar Zarzo y la sargento Ana Laura Olvera. Ambas mujeres se encontraban de vacaciones en Puerto Vallarta, Jalisco. Las especulaciones empezaron a volar por internet mientras las autoridades desplegaban un gran operativo para encontrarlas. Menos de 24 horas después, Quintanar Zarco y Olvera han sido halladas con vida, según ha adelantado Milenio.

Las dos mujeres, procedentes de Ciudad de México, trabajan como oficial pedagoga y sargento oficinista dentro del cuerpo militar. “No tienen que ver con cuestiones operativas, de inteligencia, de campo” señaló Pérez López. En la madrugada del miércoles al jueves, los secuestradores —cuyo número no ha trascendido— irrumpieron en la casa donde se encontraban alojadas, después de reducir a los vigilantes de seguridad del edificio. Aunque las autoridades todavía no han dado datos concretos sobre los sospechosos, Pérez López aseguró en la rueda de prensa que todo apunta a que los responsables son miembros del crimen organizado.

Las dos mujeres se encontraban de vacaciones cuando fueron raptadas, no en acto de servicio. “Son secuestradas por el simple hecho de formar parte del Ejército mexicano, por el simple hecho de portar uniforme”. “Consideramos que es un acto de cobardía totalmente fuera de la norma que nos rige como ciudadanos”, aseguró Pérez López.

Algunos medios de la prensa mexicana, como Milenio o La Jornada, han apuntado al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como responsables del crimen, aunque fuentes de Sedena consultadas por no han podido confirmarlo. La hipótesis, sin embargo, no es descabellada: Jalisco es el epicentro de actuación del CJNG, uno de los grupos criminales más poderosos del país. El secuestro de militares y policías es una práctica que ya ha utilizado anteriormente, como parte del pulso que mantiene con el Estado por el control del territorio.

El 15 de noviembre del año pasado, dos miembros de la Secretaría de la Marina fueron secuestrados en Zapopán, Jalisco, por miembros del CJNG. Un día antes había sido detenida Rosalinda González, esposa de Nemesio Oseguera El Mencho, el capo del sanguinario cartel. Entonces, se desató una búsqueda masiva en una ciudad cercada por tanques y militares que esperaban una reacción brutal de los hombres de El Mencho. La violencia, por lo menos esa vez, no llegó de la forma prevista. Los secuestrados, un chófer y una secretaria, fueron encontraron con vida, aunque atados y con algunos golpes en el caso del hombre.

Al igual que entonces, este jueves las autoridades desplegaron un importante operativo que incluía miembros de las fuerzas especiales, helicópteros y 450 soldados del Ejército por varias zonas de Jalisco, de acuerdo con Proceso. A las cuatro y media de la tarde, Quintanar Zarzo y Olvera fueron liberadas en las inmediaciones del centro comercial Plaza Fluvial en Puerto Vallarta, según Milenio. Según la hipótesis de este medio, el secuestro se produjo por un grupo del CJNG encabezado por Juan Carlos Valencia González, un hijo de El Mencho considerado como una de las principales figuras dentro de la estructura criminal del cartel.

El rapto, siempre de acuerdo con su relato, podría haber sido una forma de ejercer presión sobre el Estado para la liberación de Rosalinda González, que permanece desde noviembre en la prisión femenina federal número 16, en Coatlán del Río, Morelos. También se baraja la posibilidad de que se trate de una venganza por la muerte de Saúl Alejandro Rincón Godoy, El Chopa, miembro del CJNG que fue abatido el 22 de abril en un tiroteo con las autoridades. El Chopa estaba presuntamente relacionado con el asesinato del exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, el 18 de diciembre de 2020.

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