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Dos victorias en ocho partidos desde que la Real se puso colíder


La Real enlazó dos derrotas consecutivas por segunda vez en la temporada tras añadir la derrota en el Villamarín a la cosechada hace dos semanas en Anoeta frente al Villarreal. Antes lo había hecho tras caer en el Pizjuán y contra el Getafe en Anoeta. Son dos pinchazos que tienen además el agravante de reenganchar a la pelea a dos presuntos candidatos que habían firmado un mal inicio de curso pero que ahora se encuentran metidos de lleno en la pomada por participar la próxima temporada en Europa.



Al menos, los guipuzcoanos mantuvieron su posición europea gracias al empate del Celta en San Mamés. Con un punto más que el Athletic, el equipo de Imanol suma ya 120 días entre los seis primeros como consecuencia de su gran rendimiento en la primera vuelta.

La segunda no pudo empezar de peor manera en Sevilla, donde el Betis ahondó en algunas de las carencias de un equipo que sólo ha sido capaz de ganar dos de los últimos ocho encuentros disputados. Esta racha negativa comenzó tras la victoria en Granada, donde la Real tocó techo esta temporada. Aquel triunfo a la sombra de Sierra Nevada ubicó al conjunto txuri urdin en el coliderato –aunque Barça y Madrid tenían un partido menos-. Era la jornada 12, con lo que no se podía tomar a broma la idílica posición del equipo realista, que recibía la siguiente jornada al Leganés con la posibilidad de ubicarse como líder en solitario.

Ahí empezaron los problemas. El empate frente al conjunto pepinero fue el inicio de una errática trayectoria que sólo ha permitido a los guipuzcoanos ganar dos partidos desde aquel 3 de noviembre en Los Cármenes. El Eibar en Anoeta y Osasuna en El Sadar son las únicas víctimas del conjunto de Imanol, que pese a todo sigue estando a sólo cuatro puntos del cuarto clasificado, aunque ya está con los mismos puntos que el séptimo.

El balance de este periplo es de 9 puntos sobre 24, muy alejado de los 22 de 36 obtenidos durante las primeras 12 jornadas. Es decir, los realistas han pasado de sumar casi dos tercios de los puntos a acumular un tercio. De volar a un ritmo que les llevaría a firmar 70 puntos por temporada –lo que garantizaría Champions- a viajar a una lenta velocidad que no les permitiría sumar más que 42 al final de curso, lo que le llevaría a luchar por no perder la categoría.

En este mes y medio largo, los guipuzcoanos han empatado ante Leganés, Valladolid y Barcelona, han perdido ante Real Madrid, Betis y Villarreal y sólo han vencido a Eibar y Osasuna. Una victoria y dos empates en Anoeta. Un triunfo y una igualada a domicilio.

Una sola puerta a cero

El talón de Aquiles de la Real, que excepción hecha de Sevilla ha mantenido un buen nivel en lo que a generación de fútbol ofensivo se refiere, ha estado en la defensa. El equipo de Imanol sólo ha sido capaz de dejar su portería a cero en Valladolid desde el citado triunfo en Los Cármenes. El dato desde esa igualada a nada en Zorrilla es escalofriante: 10 goles encajados en sólo cuatro encuentros. El Barça anotó dos, Osasuna, tres, el Villarreal dos y el Betis, de nuevo tres.

En los ocho duelos que reflejan este bajón, el conjunto blanquiazul ha recibido 15 goles. Casi dos por encuentro, lo que dificulta sobremanera continuar con el ritmo de victorias presentado hasta el 3 de noviembre (7 de 12).

Los problemas en la zona izquierda del eje de la zaga han llevado a Imanol a reubicar a Llorente en el flanco diestro de la defensa en los partidos ante Betis y Villarreal. El madrileño tuvo una importante responsabilidad en los tres goles recibidos en Iruñea y como consecuencia de ello el entrenador de Orio puso a Zubeldia como central zurdo ante el Villarreal y a Le
Normand frente al Betis. A la vista está que no dio con la solución.


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