El RCD Espanyol ha hecho oficial en la mañana de este viernes la contratación de Abelardo como nuevo técnico. El asturiano, sin equipo desde que el pasado verano dejará el Alavés, era uno de los entrenadores con mejor cartel en el mercado y, ahora, se enfrentará al difícil reto de sacar al conjunto blanquiazul de los puestos de descenso.
Abelardo, nuevo técnico perico
Sin embargo, no es algo nuevo para él, ya cuando llegó a Mendizorroza en diciembre de 2017, el Alavés pasaba por un mal momento y, con su capacidad de trabajo, esfuerzo y exigencia, consiguió salvarle con holgura en solo media temporada y convertirle en uno de los equipos revelación de la pasada campaña.
Y es que si algo tiene ‘El Pitu’ como técnico es carácter. Todos sus equipos, también el Sporting de Gijón ‘plagado’ de guajes al que salvó sin hacer fichajes en la temporada 2015/16, están dotados de ese gen competitivo que impregna Abelardo y que se aprecian tanto en la disciplina para defender como en la determinación por atacar.
A parte de sus etapas en Vitoria y en Gijón, Abelardo tiene experiencia en el fútbol base asturiano donde dirigió al Candás y al Tuilla antes de entrar en Mareo y entrenar al filial del Sporting. Todos estos equipos, eso sí, han sido dirigidos con las ideas muy claras por parte del Pitu que, por otro lado, es un entrenador con mucha personalidad para implantar sus ideas.
En defensa: orden, líneas juntas y bloque bajo
Su táctica, en función de lo que tenga a su disposición en el vestuario, tiene mucho que ver con formar un equipo unido. Un esquema, generalmente el 4-4-2, en el que las líneas estén juntas a la vez que puedan abarcar todo el campo, impidiendo el juego por dentro y favoreciendo la fortaleza defensiva.
Un bloque bajo, formando cerca del portero, es como más cómodo se siente el asturiano dirigiendo a sus equipos. Creando auténticas ‘maquinarias’ defensivas que bloqueen tanto los ataques por banda de los rivales como por el medio.
En ataque: verticalidad, velocidad e importancia del balón parado
Ya en el plano atacante, lo cierto es que los equipos de Abelardo no se caracterizan por ser muy ofensivos. Por lo tanto, lo que plantea el asturiano es rentabilizar sus ataques siendo muy verticales en cada ofensiva y ofreciendo sobre todo variantes a través de la llegada por bandas.
El balón parado es otros de los aspectos en los que Abelardo trabajó mucho durante su etapa en Vitoria. El conjunto vasco era uno de los equipos que mejor fútbol aéreo practicaba tanto en su portería para evitar goles como en la de rival para intentar marcarlos.
Así pues, lo que parece seguro es que el equipo, con la llegada del Pitu, se impregnará de su personalidad y su exigencia dotando al vestuario de carácter, algo que se ha echado en falta durante esta primera vuelta del campeonato.
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