La firma de ciberinteligencia Cyble ha descubierto nuevos detalles sobre ‘Dracarys’, un tipo de ‘spyware’ que afecta a dispositivos Android y se hace pasar por aplicaciones para infectar los ‘smartphones’ de sus víctimas.
Meta, matriz de Facebook, detectó por primera vez este ‘malware’ hace unos meses, momento en que le puso nombre y lo mencionó en el marco de su informe sobre amenazas del segundo trimestre de este año.
La compañía tecnológica asoció su uso al grupo de cibercriminales conocido como Bitter APT, que opera en el sudeste asiático y centra sus ataques en países como Nueva Zelanda, India, Pakistán y Reino Unido.
La compañía explicó en su informe que Bitter integró este ‘spyware’ en versiones no oficiales e ilegítimas de aplicaciones como YouTube, Signal, Telegram o WhatsApp, entre otras plataformas de chat personalizadas.
Según comentó Meta en este escrito, una vez instalado en ellas, este ‘malware’ es capaz acceder al registro de llamadas, lista de contactos, archivos, mensajes de textos, geolocalización e información del dispositivo, así como modificar los permisos de accesibilidad de Android y activar el micrófono, instalar otras ‘apps’ o hacer fotografías con la cámara.
Ahora, Cyble publicó un informe técnico en el que se ha centrado en cómo ‘Dracarys’ hace uso de una de las aplicaciones afectadas, en este caso Signal, para perpetrar sus ataques, robar información y enviársela al servidor externo Firebase.
En primer lugar, el grupo de cibercriminales Bitter, también conocido como T-APT-17, dispone de un portal web que utiliza el dominio ‘signalpremium.com’ y que utilizó para hacerse pasar por la página de descarga oficial de la plataforma.
Además, aprovecha que Signal es un ‘software’ de código abierto para recrear una versión plenamente operativa del programa con todas sus funciones y características conocidas y hacerlo pasar como legítimo e incluye en él código de ‘Dracarys’.
La instalación de la ‘app’ troyanizada de Signal solicita al usuario el acceso a servicios como su lista de contactos, SMS, cámara, micrófono, almacenamiento del dispositivo, localización y la capacidad de realizar llamadas.
Además, el ‘spyware’ viola los servicios de accesibilidad para otorgarse a sí mismo permisos adicionales, de modo que continúa trabajando en segundo plano incluso cuando el usuario ha cerrado la aplicación.
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