Ferrari está tirando el Mundial de Pilotos y de Constructores por sus propios errores. Mientras Red Bull y Verstappen no cometen prácticamente fallos, y cuando no los pueden evitar, reaccionan rápidamente, en Maranello sucede todo lo contrario. Los errores se acumulan en el equipo italiano. Unos días son fallos de fiabilidad, otros, de estrategia en el muro. Y así, pelear por un Mundial es imposible. Bien lo sabe Charles Leclerc, que en el GP de Francia terminó impactando contra las protecciones cuando estaba peleando por el triunfo con Max Verstappen, un accidente por el que culpó a su pedal de acelerador.
Charles ha visto como el título se le está escapando cada vez más por los contratiempos de su coche. Se trata de un monoplaza ganador. Pero el motor ha demostrado demasiada fragilidad y quizás el equipo aún no esté preparado para triunfar como sí lo está Red Bull. Eso dicen los hechos. En Barcelona y Bakú, Charles Leclerc abandonó cuando lideraba por problemas de motor. En Mónaco y Silverstone, el equipo falló con su estrategia con Charles y eso le privó de victorias claras. En Austria, hace dos semanas, se impuso con suspense final, con un problema en el acelerador que le complicó las cosas.
Dos semanas después, aquel aviso de Austria se convirtió en un problema gordísimo. Un auténtico giro en el Mundial. Charles Leclerc volvió a sufrir un problema en su acelerador cuando estaba tirando al máximo para poder realizar su posterior parada unas vueltas después de que Verstappen le lanzara un ‘undercut’.
Charles lo estaba haciendo todo bien. Había defendido su posición en la salida ante Max y se había defendido posteriormente de los ataques de un Verstappen con mayor ritmo. Pero en ese instante, todo ese esfuerzo quedó en nada. Charles entró en Signes pisando el acelerador, y en el vértice de esa curva debía soltarlo. Pudo no funcionar, si se confirma que fue real el problema del que se quejó Leclerc. Y el coche trompeó. Se fue contra el muro. Su grito por radio fue desgarrador. Lo dijo todo. Un grito que explica claramente qué se siente al ver que estás perdiendo un Mundial.
Doble error: También fallan con Sainz
El desastre se terminó de completar un giro más tarde. Carlos Sainz estaba realizando un carrerón, con una gran remontada. El ‘Safety Car’ de Charles Leclerc podía ser aprovechado por Carlos Sainz para realizar una parada gratis. Así fue, pero esta vez los mecánicos del español volvieron a equivocarse con otra mala parada. Ello le hizo perder más tiempo del necesario, pero la cosa fue peor: nadie le indicó a Carlos que no podía salir a la calle de boxes, donde casi impacta con un Williams que se disponía a entrar a boxes. Esa acción le costó a Carlos Sainz una sanción de 5 segundos que le complicaba aún más las cosas para salvar el honor ferrarista como único coche rojo en pista.