El interior y pieza clave de los Golden State Warriors, Draymond Green, se reincorporará este jueves a la disciplina de la franquicia después de una semana alejado del grupo como consecuencia de su puñetazo a Jordan Poole. El incidente, que ocurrió el pasado miércoles durante un entrenamiento en San Francisco, se saldará con una multa económica sin suspensión de partidos para el bullicioso jugador de 32 años. El equipo no ha compartido detalles del monto de la sanción impuesta.
“Es la mayor crisis que hemos tenido desde que soy entrenador aquí”, aseguró Steve Kerr ante los medios. “Es algo muy serio y no somos perfectos. Vamos a respaldarnos de la experiencia compartida todos juntos y confiar en que la decisión es la mejor para el equipo. Todos tenemos mucho trabajo, todos”, remarcó.
Poole, víctima de la agresión, fue consultado sobre la toma de decisiones del caso junto a otros pesos pesados del vestuario como Stephen Curry y Andre Iguodala. Según Kerr, Poole “está dispuesto a pasar página y volver a compartir pista con Draymond”.
El entrenador no se anduvo con rodeos y reconoció que el suceso es un nuevo y complicado reto para todos los implicados. “No hay otra forma de verlo: nuestra cultura ha sido dañada, y hay que trabajar para repararlo”. Los Warriors prestarán atención, aseguran, a cómo Green y sus jóvenes compañeros mantienen las relaciones de vestuario de aquí en adelante. De no haber tenido tanta historia compartida, la historia quizás sería muy distinta.
“Ha roto nuestra confianza, pero tiene el beneficio de la duda, porque se lo ha ganado”, zanjaba Kerr ante la prensa.