El propietario de un taller de reparación de transmisiones de Houston que huyó del país en 2018 tras disparar a un hombre al que confundió con un ladrón fue condenado esta semana a 35 años de prisión, anunció el sábado la fiscal del condado de Harris, Kim Ogg.
“Un hombre que mata intencionadamente a un desconocido inocente y luego hace todo lo posible por encubrir su crimen y huir de la rendición de cuentas merece pasar décadas en prisión por el dolor que ha causado”, declaró Ogg.
Óscar Arístides García, de 35 años, estaba en su tienda de transmisiones de Pasadena el 28 de octubre de 2018 cuando vio pasar a la víctima, Nicolás Bautista, de 37 años, con su novia.
La pareja se dirigía a un restaurante cuando García creyó erróneamente que Bautista era un hombre que estaba robando portones traseros de camionetas de la tienda.
Fue entonces que García cogió un camión en el que había estado trabajando en el taller y una escopeta y siguió a Bautista y a su novia para enfrentarse.
Tras comprobar que el restaurante cercano a la tienda de García estaba cerrado, Bautista y su novia cogieron un Uber para ir a otro restaurante, y García les siguió.
Foto de Nicolás Bautista de 37 años.
Después de comer, cogieron otro Uber para volver a casa, y García continuó siguiéndoles. En su casa de Pasadena, en Wafer Street, García se bajó del camión y empezó a discutir con Bautista en español.
Bautista no hablaba español y su novia le dijo a García que se había equivocado. Cuando Bautista se dio la vuelta y se alejó para llamar a la policía, García le disparó por la espalda, matándolo.
HUYÓ A EL SALVADOR Y DEJÓ A SU MUJER EMBARAZADA Y A SUS TRES HIJOS EN EEUU
Según el comunicado de prensa, volvió a su tienda y destruyó el dispositivo de grabación de su cámara de seguridad para que no quedara constancia de que Bautista había pasado por delante de la tienda.
García también irrumpió en la taquería del barrio y destruyó el dispositivo de grabación de su cámara de seguridad, que le mostraba siguiendo a Bautista.
Poco después, García cerró la tienda y se dirigió a su El Salvador natal, dejando atrás a su mujer embarazada y a sus tres hijos. Más tarde mandó a buscarlos y se reunieron con él allí durante un tiempo.
Al cabo de más de dos años, regresó a Estados Unidos y fue detenido por agentes de la policía.
El ayudante del fiscal Ryan Volkmer, que llevó el caso, dio las gracias al Departamento de Policía de Pasadena por no rendirse nunca.
“La policía de Pasadena trabajó muy duro para localizar a este tipo y luego seguirle la pista en el extranjero”, dijo Volkmer. “Entrevistaron a mucha gente, hicieron mucha vigilancia y no cejaron en su empeño”.
Volkmer también dijo que escuchar a los amigos y familiares de Bautista testificar sobre su pérdida fue desgarrador.
“Era un hijo querido, un hermano querido y un novio querido”, dijo Volkmer. “Trabajaba duro y se le recuerda con mucho cariño, y están contentos de que por fin se haya hecho justicia”.
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