TOKIO, Japón — El verano no fue fácil para el equipo varonil de baloncesto de Estados Unidos, así como tampoco lo fue el partido por la medalla de oro.
No esperaban nada menos.
Pero, al final, lograron extender su reinado olímpico.
Kevin Durant anotó 29 unidades para Estados Unidos y se unió a Carmelo Anthony como los únicos con tres preseas doradas en el torneo olímpico varonil de baloncesto al encaminar a Estados Unidos a un triunfo el sábado 87-82 sobre Francia para refrendar su título olímpico y ponerle fin a un verano que inició con incertidumbre y terminó en un festejo.
Durant definió el encuentro con un par de tiros libres a 8.8 segundos del final. La ventaja era de cinco puntos, la última posesión de Francia fue irrelevante y el encuentro llegó a su fin. Los jugadores estadounidenses compartieron un abrazo a media cancha mientras que Durant, Bam Adebayo y Draymond Green se envolvían en las banderas del país para celebrar el fin de su travesía.
Jayson Tatum finalizó con 19 tantos, mientras que Damian Lillard y Jrue Holiday aportaron 11 unidades cada uno.
Evan Fournier y Rudy Gobert anotaron 16 puntos cada uno por Francia, que ahora acumula cuatro medallas de plata — todas después de caer en la final ante Estados UNidos. Guerschon Yabusele aportó 13 tantos, Nando de Colo tuvo 12 y Timothe Luwawu-Cabarrot encestó 11 unidades.
Neisi Dajomes y Támara Salazar, además de Angie Palacios, se han convertido en iconos para las mujeres de Ecuador.
El triple de Frank Ntilikina acercó a Francia 73-70 con 5:42 por jugar, pero Estados Unidos respondió con un ataque de 9-2 y restauró margen de 10 puntos con el triple de Tatum.
A partir de ahí, solo fue cuestión de terminar la obra. El verano inició con dos derrotas en exhibiciones, los Juegos Olímpicos comenzaron con un revés ante Francia, y nada de eso pareció importar al final.
La misión había terminado: Oro. Otra vez. El 16to en 19 apariciones olímpicas para Estados Unidos.
Después del buen papel de la selección Sub 23, la mira de algunos clubes europeos está puesta en estos mexicanos.
Para algunos, es parte de un legado familiar. Jrue Holiday es campeón olímpico, al igual que su esposa Lauren, quien tiene dos medallas doradas con la selección estadounidense de fútbol. JaVale McGee tiene una medalla de oro, igual a que consiguió su madre Pamela con el equipo femenino de baloncesto en Los Ángeles 1984.
Para los compañeros de los Bucks de Milwaukee Holiday y Khris Middleton, fue su pase de admisión a un exclusivo club. Antes del sábado, sólo Scottie Pippen (en dos ocasiones), Michael Jordan, LeBron James y Kyrie Irving habían ganado el título de la NBA y el oro olímpico el mismo año.
Y para el entrenador estadounidense Gregg Popovich, es el fin de una travesía olímpica que comenzó hace medio siglo. Jugaba para la Academia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos e intentó infructuosamente conformar la selección que acudió a Múnich 1972 — “los jerarcas seleccionaron a Doug Collins en mi lugar, es difícil de creer” bromeó hace unas semanas — y luego aceptó la tarea de reemplazar a Mike Krzyzewski como entrenador de Estados Unidos para este ciclo olímpico.
Parece que la presea olímpica era de lo poco que le hacía falta al amplio y único palmarés del jugador del América.
“Ser parte de unos Juegos Olímpicos había sido un sueño”, admitió Popovich.
Estados Unidos falló sus primeros ocho intentos de triple hasta el enceste de Durant con 2:04 por jugar en el primer cuarto, dando inicio a lo que sería un ataque de 21-8 que puso a Estados Unidos al frente 39-26 a mediados del segundo periodo.
Francia respondió y cerró la primera mitad con una ofensiva de 13-5 para llegar al medio tiempo 44-39. El margen se redujo a dos a inicios del tercer periodo.
Y después de que Estados Unidos tomó breve ventaja de 14, Nicolas Batum — quien salvó a Francia con un bloqueo de último segundo para sentenciar la victoria en semifinales ante Eslovenia — logró un triple en el segundo final del tercer periodo para reducir el margen a 71-63 luego de tres cuartos.
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