Kevin Durant se resbaló y torció el tobillo izquierdo durante el calentamiento previo a la victoria por 132-101 de los Phoenix Suns sobre los Oklahoma City Thunder. La mala suerte se cebó con la nueva estrella de Arizona, que no pudo debutar ante su afición en un partido marcado con una equis en el calendario de los seguidores de la franquicia, ilusionados como nunca con la llegada de un jugador de su calibre y reenganchados a la idea de campeonar en la NBA.
Por ahora, estarán atentos a los resultados del parte médico definitivo del jugador, que este jueves pasará una prueba diagnóstica de imagen para determinar el alcance de su esguince en el pie. Si bien el equipo espera que no sea gran cosa, al menos de puertas afuera, las imágenes de KD abandonando el pabellón con una bota inmovilizadora para poder caminar desataron las alarmas de la hinchada.
Según The Arizona Republic, fuentes internas del equipo temen que pueda tratarse de un esguince de grado 2, una lesión que puede tener un tiempo de convalecencia de entre 4 y 6 semanas. De darse el peor de los casos, KD podría causar baja el resto de temporada regular, que termina el 9 de abril para la franquicia de Arizona
El desliz y la mala fortuna del alero protagonizaron una velada positiva para los Suns, que encadenan cuatro victorias consecutivas y anoche no dieron opción alguna a los Thunder. Devin Booker, con una explosión anotadora de 44 puntos en tan solo 28 minutos de juego, puso al menos una tirita de espectáculo a las gradas, hambrientas de presenciar la magnificencia de Durant.
El triunfo, también en sala de prensa, pasó a un segundo plano. “Me siento mal por él, porque él también se siente mal”, confesó Monty Williams, técnico de Phoenix. “He visto su cara y sé como se siente, y no quiero que esté así”, añadió. Durant se dañó la articulación a una hora del horario programado para el inicio del partido en un ejercicio individual. El resbalón llegó cuando se elevaba para lanzar a canasta. Aunque en un primer instante pudo levantarse y llegó a finalizar el calentamiento, a su retorno a los vestuarios el jugador notó que algo no iba bien.
Algunos compañeros no se percataron del alcance del asunto hasta que vieron que Durant no se sumaba al quinteto titular minutos antes del salto inicial. “Obviamente, sabíamos que era su primer partido en casa y estábamos todos entusiasmados”, reconoció Chris Paul. Si bien Booker, en medio de un tremendo momento anotador, pudo calmar las dolencias, eso no evitó que a él también le preguntaran por la situación de KD.
“La ciudad estaba esperando este momento, era un día de los grandes. Vamos a cambiar la fecha de la fiesta. Seguro que volverán, los que se han perdido lo de esta noche. He intentado darles algo a cambio para que se sintieran mejor”, comentó sobre la decepción de la afición. Con 35 o más puntos en sus últimos cuatro partidos, el momento del escolta es para fregarse las manos. En este tramo fulgurante, ha anotado un 60% en tiros de campo y un 53% en triples. Terrence Ross, con 24 puntos, complementó el festín de Booker.
Oklahoma City jugó sin Shai Gilgeous-Alexander, reservado por molestias físicas. Lindy Water III fue el mejor visitante con 23 puntos.