SAN DIEGO – Se le presentaron cargos a tres ciudadanos mexicanos en un tribunal federal en San Diego por presuntamente traficar grandes cantidades de drogas para el Cártel de Sinaloa, lo que las autoridades llamaron la mayor incautación de efectivos y narcóticos en la historia de San Diego, informó la Oficina del Fiscal de Estados Unidos Distrito sur de California en un comunicado el martes.
Jesus Burgos Arias, de 32 años y de Chula Vista; Juan Alatorre Venegas, de 44 años y de Tijuana; y José Yee Pérez, de 54 años fueron arrestados en un operativo en conjunto con autoridades locales y federales el viernes.
Según la fiscalía, los agentes incautaron aproximadamente $3.5 millones en efectivo, 685 kilogramos de cocaína, 24 kilogramos de fentanilo y aproximadamente 20,000 rondas de municiones calibre .50 y cientos de chalecos antibalas en un estacionamiento de camiones en Otay Mesa.
En una redada en un depósito de camiones en Otay Mesa, agentes federales incautaron 1,510 libras de cocaína y 52 libras de fentanilo (izquierda) y 20,000 rondas de munición calibre .50 que aún estaban en sus cajas de munición de metal, según la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos. (Oficina del Fiscal de los Estados Unidos)
La investigación, dirigida por el Distrito Sur de California, comenzó en 2011 y durante sus cinco años ha resultado en cargos contra más de 125 personas, según la Oficina del Fiscal de Estados Unidos.
Según la fiscalía, el operativo habría comenzado como una investigación de lo que se creía que era una célula de distribución de drogas a pequeña escala en National City y Chula Vista y desde entonces ha brindado a las fuerzas del orden “las opiniones más completas hasta la fecha del funcionamiento interno de una de las organizaciones más prolíficas y violentas del mundo y poderosos cárteles de la droga “.
Los hombres, actualmente alojados en la Cárcel Central de San Diego, fueron acusados de conspiración para poseer con la intención de distribuir una sustancia controlada, según la Oficina del Fiscal de Estados Unidos. Serán transferidos a custodia federal y están programados para comparecer ante el tribunal esta semana, dijo la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos.
Si los encuentran culpables, los hombres podrían enfrentar 10 años a cadena perpetua, más una multa de $ 10 millones.