Paulo
Dybala vuelve a sonreír. El delantero argentino, aquejado de una lesión en el ligamento colateral de su rodilla izquierda desde el pasado mes de enero y pillado recientemente en una fiesta ilegal junto a sus compañeros de equipo Arthur
Melo y Weston
McKennie, anotó el segundo tanto de la victoria de la Juventus ante el Nápoles (2-1), en un partido que suponía su vuelta a los terrenos de juego.
El del miércoles fue el decimosegundo encuentro de Serie
A de un futbolista que desde que juega en la máxima competición italiana de clubes ha disputado siempre más de 30 partidos por temporada.
“Debe ser el núcleo del equipo”
Lesiones, problemas extradeportivos… Y un contrato que finaliza en junio de 2022 han situado a ‘La Joya’ como uno de los jugadores que podría abandonar la disciplina de la ‘Vecchia Signora’ el próximo verano. Algo que le ha recomendado Maurizio
Zamparini, ex presidente del Palermo, según aseguró él mismo en ‘Radio
Sportiva’: “Lo quiero mucho -a Dybala-. Es un campeón y me dio mucho gusto verle marcar ante el Nápoles. Le mando mensajes diciéndole que se vaya de la Juventus, que debe ser el núcleo del equipo y ser un constructor de juego, libre… Desde que está Cristiano Ronaldo, no ha existido más el Dybala que conocemos”, aseguró.
Fue quién apostó por él en 2012
Zamparini fue quién, en 2012, apostó por Dybala fichándolo para el Palermo, conjunto en el que el jugador de Laguna Larga vivó su primera experiencia en el fútbol europeo. Con las ‘águilas’, el 29 veces internacional argentino disputó un total de 93 encuentros, en los que logró anotar 21 tantos y repartir 16 asistencias de gol. Unos números que le valieron su fichaje por la Juventus en 2015, previo pago de 40 millones de euros.
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