La tensión es máxima y el cansancio desborda a los jugadores. Ya sólo quedan unas horas para que esto acabe y la Real todavía debe asegurarse una plaza europea en una de las canchas más complicadas, la del Atlético de Madrid. El encuentro ante el Sevilla condensó la montaña rusa de fútbol y emociones que está resultando este rally de partidos concentrados en pocos días. La Real mereció ganar por ocasiones durante el tiempo reglamentario y pudo perder en los siete minutos de descuento. El punto lo dio por válido incluso antes de que se consumara.
Y es que el propio entrenador realista, Imanol
Alguacil, confesó que antes del descuento pidió una tregua a Lopetegui, que se conformaba con el empate, visto el grado de cansancio que habían alcanzado sus jugadores y el nivel de los futbolistas que tenía el Sevilla en el verde. “En el minuto 88, le he dicho a Julen que ya estaba, que dábamos por finiquitado el partido”. La Real había gozado de tres claras ocasiones para ganar y el triunfo le otorgaba la clasificación matemática para Europa. No debió sellar el pacto el entrenador del Sevilla porque Ocampos rozó el gol en el 92’.
Ya el viernes dijo el entrenador de la Real que sus jugadores estaban destrozados. Con un partido más en sus piernas y de nuevo sin tiempo para recuperarse, deben disputar el partido definitivo nada menos que contra el Atlético de Madrid. Tendrán que seguir con la carne de toro, jabalí y puransangre.
Éstas son las cinco claves del empate de la Real ante el Sevilla:
1. Odegaard, reservado para la final del Wanda
Imanol no quiso arriesgar con Odegaard. El noruego llegó a calentar durante el segundo tiempo, pero al final no salió un solo minuto. Se entiende que Imanol quiso reservar al crack txuri urdin para el último encuentro, en el Wanda ante el Atlético. En Villarreal, Odegaard había rayado a buen nivel y le dio el centro del gol a Willian, pero Imanol sigue seleccionando sus apariciones.
2. La dinamita se quedó en la Cerámica
La Real le había ganado al Villarreal tres días antes por saber golpear en los momentos en los que pudo hacerlo. Contra el Sevilla se quedó a cero porque le faltó dinamita. Gozó de tres ocasiones clarísimas que quizá antes del parón por el coronavirus habrían acabado en ‘la jaula’: el disparo de Merino, el travesaño de Portu y el mano a mano de Willian
José.
3. El papel fundamental de Miguel Ángel Moyá
Moyá se juega su futuro en la Real en 90 minutos, los del Wanda. Si la Real sujeta su plaza europea, cumplirá su deseo de seguir como txuri urdin. El balear fue clave para que la Real se quedara con el punto federativo por despejar con las rodillas el remate final de Ocampos. Y también tendrá su papel para tratar de convencer a sus excolegas del Atlético que un punto es bueno para todos.
4. Zurutuza: despedida de corto pero desde la grada
Zurutuza dirá adiós a la Real y al fútbol mañana, el día en el que cumple 34 años. Hace uno, cuando sopló 33 velas, confesó a MD que visualizaba una despedida a lo grande. Quería decir agur sobre el campo. Y ni una cosa ni la otra. Llegó a calentar, pero no salió. Sin público que pudiera entonar el: ‘Zuru, Zuru’, fue manteado por sus colegas tras escuchar unas bonitas palabras de Imanol.
5. Oyarzabal, informador teléfono móvil en mano
Sólo cuando la Real terminó su partido, los jugadores quisieron saber qué habían hecho los rivales directos. El informador sobre el terreno de juego fue Mikel
Oyarzabal, que, móvil en mano, les comunicó la derrota del Athletic y del Getafe y las victorias del Valencia y del Granada. Aritz hizo lo propio con los desconvocados en las gradas. Hay que seguir luchando.
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