Ebrard logró desactivar una “bomba”, pero México quedó como un campo minado: Mesa Política

Trump entendió que tiene los instrumentos para seguir doblegando al gobierno de México, afirmó el académico Sergio Aguayo.

Aunque la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)  desactivó una “bomba” puesta por el presidente estadounidense Donald Trump, México quedó como “un campo minado” al permitir que los migrantes permanezcan en el territorio mientras esperan una respuesta a sus solicitudes de asilo por parte de Estados Unidos, afirmaron expertos.

En Mesa Política, el analista político Sergio Aguayo comentó que el titular de la SRE, Marcelo Ebrard, salió convertido en “héroe” en estas crisis porque tuvo la capacidad, junto con Andrés Manuel López Obrador, de desactivar un incendio que podría haber arrasado la economía y las finanzas mexicanas.

Sin embargo, observó que en las negociaciones en Washington no estuvieron representados los gobiernos del Triángulo Norte de Centroamérica: Honduras, El Salvador y Guatemala, que han mantenido un silencio ominoso.

Asimismo, llamó su atención que en Whashington no se presentara la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ya que de ella dependen dos dependencias clave: el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

Añadió que tampoco estuvo representada por nadie la población migrante, lo cual era muy importante, “porque de su comportamiento dependerá que se hagan realidad los compromisos del pacto alcanzado”.

Aguayo anticipó que se vienen retos muy grandes para el gobierno de México, lo cual va a significar un reacomodo en el poder de dependencias que hasta ahora estaban marginadas, como la SRE.

“El crimen organizado no creo que vaya a renunciar a un negocio de miles de millones de dólares. Es extraordinariamente luctrativo lo que están recibiendo, es una mina de oro la migración para el crimen organizado y es un enigma cómo van a controlar esos ductos para el traslado de esas personas de América Central y otros países hacia Estados Unidos”, expuso.

Por su parte, la politóloga Denise Dresser comentó que ambos países tuvieron una victoria, aunque la de México fue parcial, porque lo deja como una especie de campo minado. 

Ebrard logró desactivar la bomba tarifaria que Trump había colocado, cortó los cables justo antes de que el artefacto explotara, dinamitando la estabilidad económica y la relación bilateral, frenó que México se convirtiera en país seguro, que oficialmente todavía no lo es, prometió regular y ordenar los flujos migratorios, logró que Trump se sumara, al menos retóricamente al Programa de Desarrollo Integral de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, y todos suspiramos con alivio ante lo logrado”, abundó.

Sin embargo, apuntó, los pormenores del acuerdo comienzan a salir a las luz, junto con sus implicaciones, de corto, mediano y largo plazo.

“Estamos viendo el claro endurecimiento de la política migratoria mexicana que nos vuelve antesala, un muro, porque el gobierno de López Obrador oficializó el retorno, quizá masivo, de migrantes a México, dependiendo de qué rápido se procesen las solicitudes de asilo en Estados Unidos”, apuntó.

La politóloga anticipó que por todos lados vamos a empezar a ver minas, costos humanitarios y financieros, en cuanto a la incapacidad institucional de la Comar y el INM de antender a tantos migrantes.

“México fue extorsionado y no le quedó más remedio que dejarse extorsionar, fue tomado como rehén y no le quedó más que pagar el rescate“, dijo.

En tanto, el historiador Lorenzo Meyer consideró que si bien el resultado puso ser peor, lo que resultó y puede suceder en un futuro no es para celebrarse. 

“Tenemos que aceptar que no somos un país que tiene la capacidad de resistir cuando Estados Unidos se lanza con todo su poder hacia nosotros, que no es mucho lo que podamos hacer”, indicó.

Observó que a Trump “le gusta mantenerse como impredecible y no darle a su contraparte la posibilidad de predecir cómo se va a comportar.

“En su discurso Andrés Manuel intentó poner la mejor cara posible, pero es realmente imposible poner una buena cara. Trump ganó la partida“, agregó.

Aguayo agregó que Trump entendió que tiene los instrumentos para seguir doblegando al gobierno de México.

El académico señaló que la situación en la que actualmente está el gobierno de México es de una gran vulnerabilidad y “en cualquier momento, de aquí a las elecciones de noviembre 2020, seremos el instrumento que utilizará una y otra vez Donald Trump para hacer campaña”.

En su opinión, el gobierno de México debería buscar otras formas de reaccionar ante un chataje que se antoja permanente.

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Dresser advirtió que las autoridades mexicanas enfrentarán el reto de brindarles salud, educación y seguridad a los migrantes a lo largo de toda la frontera.

“Por eso se habla de que de facto esta política va a crear un muro humano, va a ser mucho más difícil que quienes crucen la frontera se queden ahí, se van a quedar en México durante los dos o tres años que es lo que dura el procesamiento de sus peticiones de asilo en Estados Unidos.

“Entonces, en la frontera norte, muro humano de facto, y en la del sur, el despliegue de la Guardia Nacional para impedir que entren, lo cual también ponen en tela de juicio los compromisos internacionales de México y su propia política de asilo, porque por un lado el presidente mexicano dice que se les va a ofrecer asilo, pero por otro estamos viendo que la Comar no ha podido procesar el aumento de las peticiones de asilo que México ha enfrentado en los últimos meses”, sostuvo.

Meyer también dudó que los migrantes se queden en el país, ya que para ellos “el sueño mexicano” no existe. 

“México desde luego no es un país seguro para los mexicanos, tampoco lo va a ser, y menos todavía para los centromericanos”, agregó.

A continuación la Mesa Política:

Alcaldes de EU contra amenazas e imposiciones de Trump

El alcalde de Los Ángeles, California, Eric Garcetti, indicó que la relación entre México y Estados Unidos es muy estrecha, por lo que los alcaldes del país vecino no están de acuerdo con la política de amenazas e imposición de aranceles que el presidente Donald Trump le quiere imponer a México.

“Nuestra relación es demasiado importante para estar detenida por berrinches, amenazas arancelaria peligrosas declaraciones de una guerra comercial con uno de nuestros socios comerciales más cercanos. Es muy importante establecer una nueva relación entre los alcaldes, no solamente de México y EU, sino de Canadá también. Los lazos entre Los Ángeles y México son muy importantes y muy poderosos, esta es una situación muy diferente e la de la Casa Blanca”, afirmó.

Por su parte, la doctora Denise Dresser indicó que la postura de Garcetti abre las posibilidades para que México pueda prepararse de mejor menara para el futuro, por lo que destacó, “nuestro país debe buscar alianzas con los demócratas, con los republicanos disidentes, con los empresarios, con los intereses económicos que se verían afectados pro los arancel. Y el que Garcetti se pronuncie de esta forma revela que hay manera de tender puentes con otras posturas políticas estadounidenses que ven con malos ojos la mezcla de ambos temas, el migratorio y el económico”.

Para el historiador Lorenzo Meyer, los republicanos no quieren que se impongan tarifas arancelarias. Ante ello, señaló, México tiene que alentar todas estas alianzas sin que se le acuse de estar interfiriendo en los asuntos internos de EU, porque justamente “es lo que no queremos que se haga en México”. Añadió que la estrategia de México a la largo plazo, supongo, es ir disminuyendo nuestra dependencia de comercio hacia Estados Unidos y en general a la dependencia económica.




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