Eduardo Abad: “El problema de muchos autónomos es que no están preparados para serlo”


Con la vista puesta en la negociación del sistema de cotización por ingresos reales para los autónomos que se dirime en estos momentos, Eduardo Abad (Villagarcía de Arousa, 50 años), presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), celebra que algunos de sus planteamientos hayan sido recogidos por el Gobierno en su última propuesta, aunque asegura que hay posiciones en las que su organización no está dispuesta a ceder.

Pregunta. ¿Qué le parece la nueva horquilla para las cuotas (entre 214 y 991 euros) que planteó el pasado martes la Seguridad Social?

Respuesta. Entra dentro de los márgenes que nosotros teníamos. Va a favorecer a aquellos que tienen rendimientos inferiores a 700 euros al mes, que es lo que buscamos.

P. La cuota para estos autónomos es 30 euros más alta que la planteada anteriormente.

R. Así es, pero es 80 euros más baja que la que tienen que pagar ahora. Si hacemos los cálculos, al cabo del año estamos hablando de prácticamente 1.000 euros menos de aportación a la Seguridad Social. Es una bajada significativa.

P. A los que están en el otro extremo de la horquilla, con los rendimientos más altos, se les plantea ahora una cuota menor.

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R. Esta propuesta cumple con alguno de nuestros estándares, pero con otros no. Es cierto que nosotros proponíamos bajarles una cantidad económica más importante a los autónomos con rendimientos por debajo de los 700 euros mensuales, pero esto es una negociación. Y aunque el Gobierno plantea que estos autónomos tengan durante dos años una protección social sobre una base de cotización de 960 euros, nosotros lo que pedimos es que sean cuatro. Aun así, estamos más cerca de alcanzar los objetivos después de esta última reunión. En lo que no podemos estar de acuerdo es que se mantenga un sistema como el actual en el que un autónomo que ingresa 700 euros paga la misma cuota que otro con 2.000. El que quiera defender eso, que lo defienda.

P. Ningún autónomo está obligado a pagar por lo mínimo, aunque casi nueve de cada diez lo hacen.

R. Es cierto que se trata de una decisión voluntaria, pero el sistema actual permite barbaridades de este tipo. El autónomo que tiene recursos económicos muy limitados no puede contratar un seguro de pensiones adicional, o no puede comprar patrimonio inmobiliario de cara a la jubilación, porque lo que percibe de su trabajo todos los meses no se lo permite. Y este sistema que estamos negociando tiene que ser justo y solidario.

P. ¿Hay riesgo de que no se logre un acuerdo? Ni siquiera entre organizaciones de autónomos parecen ponerse de acuerdo.

R. Esto es una negociación. Todas las partes vamos a tener que poner de nuestra parte para llegar a un acuerdo que sea lo más justo posible. Ahora, lo que tenemos es un sistema absolutamente perverso y hay que revertirlo. Y desde UPTA no vamos a meter nunca a los autónomos en política. Ni para ponerlos del lado del Partido Popular, ni del Partido Socialista.

P. ¿Cómo esperan lograr una mejora de las coberturas sociales si no se incrementa la base de cotización y las cuotas son más bajas?

R. Pedimos una protección social que nos merecemos. Buscamos mejorar la prestación por cese de actividad, las prestaciones que tenemos en cuanto a maternidad, paternidad, accidente de trabajo, enfermedad profesional… Y para eso, lógicamente, tiene que haber alguien que cotice un poco más por aquellos que no pueden. Debería ser el sistema, la Seguridad Social, la que haga las funciones de salvaguarda para estos autónomos. Y eso hay que pagarlo, lo tenemos claro.

P. ¿Aceptan la variable de los rendimientos netos que propone el Gobierno como la apropiada para llevar a cabo esa diferenciación entre autónomos?

R. Nos parece razonable, pero el problema no está tanto en las cantidades. Eso es ir con la brocha gorda, y nosotros lo que proponemos es utilizar el pincel fino.

P. ¿Como definir desde qué momento entra en vigor este sistema?

R. Es imprescindible que desde el año que viene los autónomos con menos rendimientos se beneficien de una rebaja importante en sus cuotas. Es un tema inamovible para nosotros.

P. ¿Está bien regulada legalmente la figura del autónomo?

R. Creo que debería centrarse más en lo referente a las actividades económicas, y no tanto en la distinción de esa figura. Al final, para llegar a ser empresario lo más normal es haber sido antes autónomo.

P. En 2021 se registró el número más elevado de autónomos desde 2008 (3.328.399). ¿Funcionan los incentivos para convertirse en trabajador por cuenta propia?

R. Sí, pero entre ellos yo no incluiría a la tarifa plana, porque considero que ha dado pie a la irrupción de los falsos autónomos. La realidad es que muchísimas personas, en su desesperación por seguir en un mercado de trabajo del que algunos han salido con una edad avanzada, se lanzan a convertirse en autónomos. Y, principalmente los que entran en el sector servicios, no están preparados.

P. ¿Es incorrecta entonces la asociación entre emprendimiento y juventud?

R. Según los datos que tenemos, solo el 10% de los autónomos tiene menos de 30 años. Siempre que se piensa en un emprendedor, se piensa en una persona joven, pero la realidad es tremendamente tozuda. El emprendimiento juvenil es un problema en nuestro país. Cuando se miran las cifras del total de autónomos y se celebra que crezcan, se comete un error. Lo importante es la calidad, no la cantidad, y las políticas que se han llevado a cabo por los distintos Gobiernos, tanto nacionales como territoriales, han fracasado en esto.

P. ¿En qué exactamente?

R. Necesitamos autónomos con una preparación mínima en la digitalización. Necesitamos autónomos que estén cualificados profesionalmente para el trabajo por cuenta propia que van a desarrollar. Y esto no se hace dando más ayudas para que sea más sencillo ser autónomo al principio, a base de tarifas planas, de ayudas para pagar las cotizaciones sociales… Es un error que se lleva cometiendo años y años. El año pasado entraron 645.000 autónomos al mercado de trabajo y salieron seiscientos cuarenta y tantos mil. El saldo de los que se mantuvieron es bajísimo.

P. ¿Cree que los fondos europeos revertirán esta situación?

R. Ya hemos participado en las algunas reuniones en las que hemos advertido de que las convocatorias que salgan para los autónomos no pueden ser las mismas que para las empresas. Una empresa tiene, seguramente, un departamento de recursos humanos que le puede gestionar todos los trámites necesarios para optar a estas ayudas, pero el único recurso humano que tiene un autónomo, salvo los 400.000 que cuentan con algún trabajador a su cargo, son ellos mismos. Que se adecúen correctamente estos procesos es fundamental si queremos que las ayudas lleguen a los autónomos.

P. ¿Con la inflación disparada considera necesario subir los salarios?

R. La superinflación está producida por una guerra comercial entre Asia y Occidente, que ha hecho que se encarezcan las materias primas como el petróleo. Y esa guerra la estamos pagando todos. La subida de los salarios tiene que producirse. Es inconcebible que un trabajador en nuestro país cobre menos de 1.000 euros. Además, cuanto más cobre, más recursos tendrá para consumir, y eso redundará en una mejora de la economía. Los empresarios tienen que entender que el reparto de la riqueza se tiene que producir desde la gran empresa. Esas a las que salvamos en 2008.

P. ¿Los incentivos que propone la reforma de las pensiones para alargar la vida profesional pueden ayudar a que los autónomos mejoren sus pensiones?

R. Dependiendo del trabajo que realicen. No está en la misma situación una persona que tiene un negocio que le exige una capacidad física importante, que otro que trabaja en un despacho. En el caso de profesiones peligrosas o penosas, no tiene mucho sentido alargar la trayectoria y poner en riesgo la salud por cobrar una pensión algo mejor. Aunque es una zanahoria que propone la Administración, hay muchos casos en los que no tiene lógica.

P. El Gobierno está perfilando una reforma fiscal y las organizaciones de autónomos ya han participado en algún foro. ¿Qué han sugerido que se modifique?

R. Tenemos que revisar algunas deducciones actuales a las que los autónomos no tenemos capacidad de llegar, y que las empresas si pueden acceder. No puede ser que el autónomo no pueda desgravarse el combustible cuando desarrolla su actividad económica; o la comida cuando trabaja fuera de su domicilio, e incluso cualquier gasto cuando en el domicilio cuando este coincide con el domicilio fiscal. También proponemos la retirada definitiva del sistema de módulos, que es el más injusto que existe. Y todas estas reformas hay que hacerlas ya.

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