Eduardo Lloveras lleva dos años frenéticos. ‘The One‘, ‘Los protegidos: el regreso‘ o ‘Intimidad‘ son sólo algunos de los títulos que ha estrenado en los dos últimos años. El pasado viernes, volvía a estar de estreno con ‘Si lo hubiera sabido‘, la nueva serie española de Netflix cuya historia, creada por la guionista Ece Yörenç, estaba pensada para convertirse en una telenovela turca.
Pero aún hay más. Ha rodado un biopic de Joan Miró en el que se pone en la piel del famoso y a la vez desconocido pintor, y el próximo mes de diciembre estrena ‘Smiley‘, que narra un inesperado romance protagonizado por Carlos Cuevas y Miki Esparbé. Pero, por muchos proyectos audiovisuales que surjan, Lloveras tiene claro que siempre necesitará volver al teatro.
¿Por qué ‘Si lo hubiera sabido’ no llegó a ser una serie turca?
‘Si lo hubiera sabido’ iba a ser una serie turca, porque la historia es de Ece Yörenç, una de las creadoras más importantes de Turquía. Pero antes de empezar a rodar, las autoridades turcas decidieron cancelar la serie porque uno de los personajes principales era homosexual. O sea, básicamente por homofobia.
Es entonces cuando Netflix España le echa el ojo.
Sí. Entonces decidieron que Ece siga figurando como la creadora de la serie, porque la historia es suya, y luego Irma Correa ha hecho una adaptación muy guay de la serie. La protagonista es Emma, que interpreta Megan Montaner. En su presente, Emma está en la treintena y no está contenta con la vida que tiene, y se le presenta la oportunidad de hacer un viaje al pasado. Es una comedia que parte de la pregunta de qué pasaría si pudieras volver tantos años atrás. ¿Qué decisiones tomarías? ¿Qué cambiarías? Son cosas que imagino que, en algún momento, todos hemos pensado.
‘Si lo hubiera sabido’ se estrenó el viernes. Pero no es el único proyecto de Netflix en el que has participado en este último año y medio.
No. La primera serie que hice con Netflix fue con Netflix Reino Unido, ‘The One’. Y sí, justo cuando se estrenó, se aprueba ‘Intimidad‘, que salió en junio. De hecho, ‘Intimidad’ y ‘Si lo hubiera sabido’ las rodé a la vez prácticamente. Fue un poco locura porque algunos días de rodaje estaba, por ejemplo, una mañana en Sevilla, cogía un avión e iba al País Vasco. Por la noche acababa, me iba al aeropuerto, cogía un vuelo a Madrid, porque no había conexión directa, y de ahí a Sevilla. Y otra vez llegaba y volvía a rodar.
Habrá sido un año muy intenso.
Ha sido un año muy provechoso. Estoy muy contento, ojalá todos los años fueran así. Pero ya sabes que mi profesión es muy inestable. Es muy guay cuando la tienes, pero siempre tienes esa sensación de que hay que aprovechar porque esto se puede acabar y pueden venir meses un poco más duros. Lo entiendes más a medida que te haces mayor, pero se trata de aprender a gestionar.
La mayoría de veces nos educan como para querer buscar un tipo de estabilidad. Y si además en tu familia, como es mi caso, no hay artistas, cuesta más gestionarlo. La inestabilidad provoca ansiedad y es importante trabajarlo, pero al final es aceptarlo porque es tu vocación.
Hay otro proyecto de Netflix que se estrena en diciembre en el que también has participado, la serie ‘Smiley’. Como actor de teatro, ¿cómo te sientes al poder hacer una adaptación de una obra tan exitosa?
De hecho, lo hablaba con Guillem Clua, el dramaturgo, que no llegué a ver la obra. Cuando la hicieron en el Teatre Lliure de Barcelona, donde estuve tres años, justo yo estaba haciendo funciones de ‘La quinta del biberón‘ y coincidía, así que no la pude ver. Pero bueno, al final se ha hecho la serie de Netflix y he podido hacer uno de los personajes, así que genial. Además, me gusta mucho cómo escribe Guillem.
EDUARDO LLOVERAS
“En el teatro puedes llegar a catarsis emocionales que son increíbles”
¿Es difícil como actor pasar del teatro a producciones audiovisuales? ¿Cuál es el cambio más importante, además de actuar o no ante un público?
En primer lugar, que en teatro tú ensayas antes. En el Teatre Lliure ensayábamos dos meses, más o menos, antes del estreno. En televisión no tienes este tiempo de ensayo. Por otro lado, cuando actúas en el teatro nadie te dice ‘corten’, y es muy guay porque desde que comienzas la obra hasta que acabas, nadie te ha cortado. Puedes llegar a catarsis emocionales que son increíbles, porque has hecho todo el viaje sin que nadie te pare. Además, tienes el control de todo. En el audiovisual se explica la historia con muchas más cosas que como actor no puedes controlar y hay mucho tiempo de espera, además de que no siempre ruedas las escenas en orden.
Una cosa más: en el teatro puedes trabajar textos de escritores que están considerados genios de la cultura, que se han interpretado durante años por grandes actores y actrices. Por ejemplo, ahora haré una obra en el Lliure que estrenamos el 22 de febrero, ‘Tots eren fills meus‘, de Arthur Miller, uno de los autores más importantes de los Estados Unidos. Es más difícil que en el audiovisual tenga la oportunidad de interpretar a un personaje escrito por Miller.
Es evidente que tienes un cariño especial hacia el teatro.
Le tengo mucho amor y siempre lo necesito. Ahora tengo un mono de teatro increíble y me apetece mucho hacer esta obra. Es decir, me gustaría que mi carrera fuera siempre poder combinar ambas cosas, pero creo que como intérprete es importante hacer teatro. Pienso que te hace mejor, que te permite conocer la base del oficio, la sencillez. No significa que si no haces teatro no puedes ser buen actor, pero sí creo que el teatro te hace mejor.
Como estamos en ‘Mundo Deportivo’… Pregunta: si pudieras trabajar con un deportista de élite en una serie o en una obra de teatro, ¿quién sería?
Me gustan muchos… Muhammad Ali. Además de como boxeador, por todo el tema del activismo. Sería una opción. Y vivo… Mira, yo era del Club Natació Barcelona; fui waterpolista y nadador federado hasta los dieciocho. Así que elijo a Mireia Belmonte, que es de mi generación y es una barbaridad. Me encanta porque no tienen nada que ver.