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Educación sexoafectiva, materia obligatoria


Hay dos tipos de centros educativos. Esos en los que el profesorado, el AMPA y los padres de alumnos construyen una comunidad educativa conjunta con la que se intenta educar a la infancia y la adolescencia; y otros en los que cada uno de los elementos que componen esa comunidad, empeñado en saber más que el resto, va por libre. Desgraciadamente, no siempre se puede elegir a qué tipo de centro van nuestros hijos. Y el tema de la educación sexoafectiva suele ser un tema en el que los elementos de esa comunidad educativa pueden estar enfrentados.

 

Se acabaron las peleas. Ya no habrá tiras y aflojas. Madres y padres demandando esa información para sus hijos encontrando reticencias por parte del propio colegio. Progenitores tirando de control parental para que sus hijos no sepan nada de homosexuales, transexuales y cualquier disparidad que se salga de lo heteronormativo. Ya no podrá nadie decir que en el colegio no es necesario enseñar educación sexual ni diversa porque “no hay niños de esos”, como contestó el presidente del AMPA del CP Plácido Domingo de Madrid. En demasiados centros (y muchos progenitores) tratan al alumnado como menores dirigiéndose a ellos en esos términos, tutelándolos y dejando claro que los adultos decidiremos por ellos. Los niños son sujetos con opinión propia y poseen grados de autonomía, como sujetos de derecho, como se certificó en la Encuesta Nacional de Primera Infancia, con presencia de UNICEF y la UNESCO en 2010. Pero no los tratamos así. Así que mejor que se tomen cartas en el asunto; y la decisión ha sido firme: la educación sexoafectiva será parte de una asignatura obligatoria con la Lomloe: formará parte de Educación para la Salud.

¿Qué supone esto?

 

Para empezar, que el veto parental (denominado pin parental) se quede, irremediablemente, en el anecdotario de bochornos varios de la política educativa de este país. Impedir que los niños sean educados, sexualmente hablando, trae consigo dos consecuencias: por un lado que puedan creer, a los siete años, que eso que le hacen a su tío (por poner un ejemplo) forma parte de un juego, cuando se trata de una felación y que se maltrate a la infancia. Porque negarles una educación que los protege es una manera de maltrato. Cualquier padre que abuse de su hija no querrá que esta sepa lo más mínimo de educación sexual para que no alerte de lo que ocurre. Pero si la niña tiene conocimientos suficientes podrá alertar en cuanto suceda.

Que los niños sepan algo, sexoafectivamente hablando, supondrá el fortalecimiento de los valores. Los pequeños aprenderán a tener sentimientos cuando tengan sexo. No los separarán, como hemos aprendido muchos de sus padres. Buscarán cuidar antes lo que sienten que, incluso, sus propias ganas. Los sentimientos están intrínsecamente relacionados con los actos sexuales. Y se trata de favorecer que sucedan al tiempo. Hasta ahora, la educación sexoafectiva se impartía de manera transversal y no en todos los centros. Algunos progenitores y educadores daban cursillos a los que se apuntaba quien tenía interés en ellos. Eso no asegura la educación de nadie. Por eso la Lomloe intenta establecer cómo hacerlo.

José Luis Pedreira Massa, médico especialista en psiquiatría y psicología y uno de los profesionales de referencia en materia educativa, señala la importancia de que los niños y adolescentes aprendan lo importante que es el placer mutuo en las relaciones sexuales y da datos escalofriantes que recoge en sus estudios: “El 11% de los chavales reconocen sentirse presionados para tener relaciones sexuales de algún tipo. Y 1 de cada 10 relaciones sexuales que tienen es fruto de la intimidación. Esa violencia sexual hay que erradicarla en origen”. Cristina Sanjuán, técnica de sensibilización y políticas de infancia en Save the Children destaca la importancia de que el profesorado sepa que en Internet, los chavales tienen un aliado, pero, también, su fuente de información. “Para un 30% de la infancia, la pornografía es la única fuente educativa a la que tienen acceso cuando quieren aprender algo sobre sexualidad. Es crucial la formación del profesorado que vaya a dar esta asignatura. La educación deberá adaptarse a los procesos madurativos de los alumnos, de forma que, para cada edad, haya algo que aprender que los forme como individuos”, asegura.

La Fundación Alternativas celebró un debate online, en el que se analizó la Lomloe en materia sexoafectiva. Con ponentes de lujo. A Pedreira Massa y Sanjuán se unieron Francisca Molero, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología; Matilde Díaz Ojeda, médico especialista en medicina del trabajo, y Guillermo González, de Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE). Son dos horas de debate, pero si son padres o profesores, quizás, les interese:

Educación sexual, asignatura de la Lomloe.


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