Qualcomm, la compañía líder en el negocio de procesadores para teléfonos móviles, acaba de recibir un importante revés judicial en Estados Unidos, después que un juez en San José (California) sentenciara esta pasada madrugada que con sus prácticas “estrangula” la competencia. El fallo se conoce un mes después de que pactara con Apple resolver todas las demandas sobre patentes pendientes y la misma semana en la que tomó distancia de la china Huawei por las restricciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump a las transferencias de tecnología.
El litigio está siendo muy seguido por la industria tecnológica por las implicaciones que puede tener en todo el sector. La magistrada Lucy Koh fue contundente en su opinión: las licencias que Qualcomm aplica a sus clientes “dañan a los rivales” y “al consumidor final al final de proceso”, al abusar de su posición de mercado. Es el argumento que usó el fabricante del iPhone antes de pactar. La jueza le impone ahora renegociar “de buena fe los contratos”.
Qualcomm, que está en pleno desarrollo de la nueva tecnología de transmisión de datos 5G, puede apelar la decisión de Koh ante un tribunal de San Francisco. El pacto que cerró con Apple el mes pasado les permitirá trabajar juntas para liderar esa transición. Ese mismo día, su rival Intel decidió salirse del mercado de los procesadores para móviles y concentrarse en los componentes para las infraestructuras de redes para la telefonía móvil y la transmisión de datos.
En este caso en concreto, la jueza se pone del lado de la agencia que en Estados Unidos regula las actividades comerciales (FTC, en sus siglas en inglés). La opinión de Koh está recogida en un documento de más de 230 páginas que será analizado a fondo por los diferentes actores de la industria, para entender cómo puede afectar al mercado un cambio en los términos de la concesión de licencias tecnológicas para evitar distorsiones o discriminaciones en el mercado.
El fallo judicial fue acompañado por una caída superior al 10% en la apertura de la sesión en Wall Street, que se suma a la volatilidad que viene arrastrando desde hace dos semanas como consecuencia de la batalla comercial entre EE UU y China y las restricciones a hacer negocios con Huawei. Las prácticas anticompetitivas de Qualcomm empezaron a ser investigadas hace una década en Europa. EE UU se sumó en 2014 y la FTC presentó la demanda en 2017.
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