EE UU mantiene los tipos de interés pese al alza de la inflación



La inflación no mueve ni un ápice la hoja de ruta de la Reserva Federal (Fed). El banco central estadounidense decidió este miércoles, de forma unánime, mantener los tipos de interés intactos en una banda entre el 1,5% y el 1,75%. La pausa llega tras haber recortado el precio del dinero tres veces consecutivas este año. El nivel actual, de acuerdo con Jerome Powell, es el adecuado para sostener la expansión y lo previsible es que se mantenga durante 2020. Cualquier decisión futura en uno u otro sentido dependerá, fundamentalmente, de la evolución del crecimiento económico.

La solidez del dato de empleo de noviembre, publicado la semana pasada, justifica la posición de espera de la Fed: la lectura de noviembre —266.000 nuevos ocupados— superó con creces el consenso de Wall Street, que anticipaba la creación de 187.000 puestos de trabajo. El ritmo de contratación fue, además, el segundo más robusto en lo que va de año, desde los 312.000 empleos de enero. El promedio anual es de 180.000 ocupados, en este caso inferior a los 223.000 de media mensual en 2018.
Inflación más alta de lo esperado
Horas antes de la decisión de tipos se conoció además que los precios al consumo subieron tres décimas el mes pasado, por encima de lo esperado: la tasa de inflación se situó en el 2% en la lectura más alta del indicador desde noviembre del año pasado, tres décimas por encima de la cifra de octubre. Powell explicó en todo caso que en este ciclo, la Fed no se siente con la necesidad como en el pasado de subir tipos porque el paro del 3,5% no genera tanta inflación.
Ahora, la gran pregunta en Wall Street es cuánto tiempo más la Fed mantendrá los tipos intactos. El comunicado final de la reunión no refleja cambios significativos en el lenguaje y Powell no muestra —en público— prisa alguna por moverse. El presidente del instituto emisor ya aclaró tras el último recorte que se necesitará un incremento “persistente” en los precios para volver a subirlos o un deterioro en los indicadores macroeconómicos para bajarlos.
La decisión fue unánime en la última reunión de la década de la Fed. La primera vez que sucede desde la reunión de abril. La declaración final mantiene que la política actual es la “apropiada”. La atención se dirigió así al resultado de la encuesta interna, en la que se reflejan las expectativas que tienen los miembros de la Fed sobre el curso de la política monetaria. El consenso indica que no se moverán las cosas en 2020.
La decisión de mantener el precio del dinero llega a solo cuatro días vista del vencimiento del plazo para que EE UU amplíe los aranceles a productos importados chinos por valor de 165.000 millones de dólares. Los dos países siguen tratando de cerrar la primera fase de la negociación del acuerdo comercial, utilizando como base al principio de acuerdo que se anunció el pasado octubre. Una extensión de la tregua, el escenario más probable en este momento, daría más margen: la guerra comercial es uno de los mayores factores de duda en el mercado.
En paralelo, la Fed está inyectando liquidez en el sistema financiero para mantener los tipos estables en el mercado de deuda a muy corto plazo y aliviar las tensiones que emergieron en septiembre. El banco central está, además, incrementando los activos que tiene en balance adquiriendo bonos del Tesoro para contar con un mayor colchón, ganar en flexibilidad y contribuir así a rebajar la tensión.


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