Decenas de migrantes haitianos cruzan el Río Bravo, la frontera entre México y Estados Unidos, en septiembre pasado.

EE UU ofrece 6.500 visas de trabajo para centroamericanos y haitianos en 2022

Decenas de migrantes haitianos cruzan el Río Bravo, la frontera entre México y Estados Unidos, en septiembre pasado.
Decenas de migrantes haitianos cruzan el Río Bravo, la frontera entre México y Estados Unidos, en septiembre pasado.PAUL RATJE (AFP)

El Gobierno de Joe Biden ha lanzado un guiño a la comunidad inmigrante en su país. Estados Unidos otorgará 20.000 visas de trabajo temporales en los próximos meses. La Administración demócrata ha informado que estas podrán ser solicitadas por inmigrantes extranjeros desde ahora y hasta el próximo 31 de marzo para trabajos que no sean de agricultura. “Esta es la primera vez que el Departamento de Seguridad Nacional (Secretaría de Interior) ofrece visas H-2B adicionales en la primera mitad de un año fiscal”, anunció la institución el lunes después de meses de palos a los inmigrantes que buscan una nueva vida en el país norteamericano.

La mayoría de las visas, 13.500, que se han puesto a disposición serán para inmigrantes temporales que ya hayan viajado a Estados Unidos en los últimos tres años para hacer algún trabajo. El resto, unas 6.500 visas serán exclusivamente para migrantes de Haití y del triángulo norte de Centroamérica: Guatemala, El Salvador y Honduras. Esta zona, junto con México, se ha convertido en un quebradero de cabeza para la Administración de Biden durante su primer año de Gobierno, donde se han alcanzado números récord de cruces ilegales. En septiembre, el Gobierno de EE UU deportó a más de 7.000 haitianos que entraron por Texas en unos cuantos días. Las imágenes del trato que algunos elementos de la patrulla fronteriza dieron a estas personas causaron un escándalo internacional.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo el lunes que estas nuevas visas “ayudarán a impulsar la histórica recuperación económica”. El funcionario, del que depende la vigilancia de la frontera y de la fuerza que persigue a la inmigración ilegal, asegura que en los próximos meses el Gobierno buscará implementar políticas que harán al visado H-2B aún más flexible a las necesidades del mercado laboral estadounidense.

Noviembre arrojó otro decepcionante dato de creación de empleo, lastrado por la congestión de la cadena de suministros y el repunte de casos de coronavirus. El reporte de la Oficina de Estadísticas del Trabajo señala que aún quedan por ocupar 3,9 millones de vacantes para estar en los niveles de febrero de 2020, justo antes de la pandemia.

El visado H-2B permite a extranjeros tener trabajo por un tiempo o temporada determinada en servicios o industrias no agrícolas. La oferta de este tipo de visados no debe rivalizar o impactar al mercado laboral estadounidense. En enero de 2018, el Gobierno de Donald Trump eliminó a Haití de la lista de 80 países cuyos ciudadanos pueden solicitar este tipo de permiso laboral. Aquella decisión llegó una semana después de que Trump llamara al país caribeño, junto a otras naciones africanas, “países de mierda” mientras hablaba de inmigración con su Gabinete.

Nuevos símbolos

El Departamento de Seguridad Nacional ha convertido tres de sus centros de detención más importantes en sitios que custodian solamente adultos solos. De esta forma, el Gobierno de Biden pretende distanciarse de los arrestos y separación de familias migrantes que fueron uno de los sellos de la política migratoria de su antecesor, Donald Trump.

Como alternativa, la Administración vigila a 145.000 personas que están esperando la revisión de sus casos por un juez de inmigración. En lugar de mantenerlos en las prisiones para inmigrantes, las autoridades han optado por monitores de tobillos o visitas en los domicilios. El número de personas bajo vigilancia es más del doble que hace dos años.

Hasta principios de diciembre había 21.952 personas en los centros de detención, de acuerdo a un centro de estudios de la Universidad de Syracuse. Los tres centros que han dejado de recibir a familias migrantes para convertirse en centro de detención solo de adultos son el de South Texas en la ciudad de Dilley; el del condado de Karnes, cerca de San Antonio y uno más en Berks, Pensilvania.

La semana pasada, la vicepresidenta Kamala Harris comunicó un incremento en la inversión privada destinada a los países del triángulo norte de Centroamérica. Este anuncio extiende los esfuerzos del Gobierno por frenar el flujo de inmigrantes de la región. Harris comunicó 450 millones de dólares que serán aportados por Microsoft, Cargill, PepsiCo, entre otras empresas, en Guatemala y Honduras, principalmente.

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