El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) emitió este martes una alerta de terrorismo “elevada” debido a varios eventos de alto perfil en los próximos meses que podrían desencadenar actos de violencia en el país.
En la alerta, el gobierno de Joe Biden señala que supervisará “riesgos de terrorismo doméstico y de adversarios extranjeros” que podrían promover actos de violencia y que apuntarían reuniones públicas, escuelas, instalaciones y personal del gobierno y medios de comunicación, entre otros.
“Los actores de amenazas se han movilizado recientemente hacia la violencia debido a factores tales como agravios personales, reacciones a los acontecimientos actuales y la adhesión a ideologías extremistas violentas, incluido el extremismo violento por motivos raciales o étnicos o contra el gobierno/contra la autoridad”, señala el DHS en el comunicado.
El gobierno señaló que continúa monitoreando “delincuentes solitarios y pequeños grupos” que son la principal amenaza de violencia que deja víctimas masivas en el país.
En específico, el DHS se refirió a los recientes tiroteos masivos en el supermercado de Buffalo (Nueva York) y en la escuela primaria de Uvalde (Texas), los cuales estuvieron motivados por creencias ideológicas de ambos autores de las masacres y detrás de los cuales rondan distintas teorías de conspiración y extremismo.
Además, advierte sobre posibles actos violentos ante la migración en la frontera entre Estados Unidos y México. “Existe un mayor riesgo de que los extremistas violentos utilicen los cambios en las políticas relacionadas con la seguridad fronteriza para justificar la violencia contra minorías y los funcionarios en la frontera”.
Asimismo, se podrían esperar actos de violencia luego de la decisión que tome la Corte Suprema de Justicia sobre el caso Dobbs vs Jackson Women’s Health Organization, una demanda por las restricciones impuestas en 2018 en Mississippi en la que se prohibió el aborto después de 15 semanas.
Además, el departamento alertó de la posibilidad de ataques contra candidatos y funcionarios encargados de las elecciones legislativas de noviembre.
Aunque las mayores amenazas provienen de dentro de EE.UU., el Departamento de Seguridad Nacional afirmó que Rusia, Irán, China y “otros adversarios”, como grupos terroristas, podrían aprovechar ese ambiente de violencia para debilitar a Estados Unidos.
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