EEUU emite alerta de viaje a El Salvador debido al crimen violento

SAN SALVADOR — La embajada de Estados Unidos en El Salvador emitió el lunes una alerta de seguridad nivel 3 a los viajeros y recomienda reconsiderar las visitas al país debido a que el crimen violento continúa siendo una preocupación en amplias partes del país.

“Las autoridades locales pueden carecer de recursos para responder efectivamente a incidentes criminales graves, aunque la concentración de los recursos en áreas turísticas significa que estas áreas tienen a contar con mayor presencia policial que las áreas urbanas”, recoge el comunicado de la embajada estadounidense en el país centroamericano.

Reconoce que “se ha dado una reducción importante en la actividad relacionada con las pandillas”, pero el crimen sigue presente en amplias zonas. “Las áreas con mayores índices delincuenciales a menudo están localizadas muy cerca de áreas de menor delincuencia o deben cruzarse para moverse entre áreas de menor riesgo”, justifica la advertencia a turistas interesando en visitar El Salvador.

Además, recuerda que el país está en estado de excepción, lo que “suspende varios derechos constitucionales, que incluyen las protecciones normales de los procedimientos penales tales como el derecho a un proceso sin demora”.

En su alerta de seguridad, la embajada advierte de que “numerosos ciudadanos estadounidenses y otros extranjeros han sido detenidos bajo el Estado de Excepción, algunos de una manera supuestamente arbitraria” y de que “las condiciones carcelarias son duras”.

La sede diplomática no proporciona información de los ciudadanos estadounidenses detenidos, pero en abril de 2022 un periódico local reportó que Yonny Alcides Lobos Diaz, de 42 años, y un adolescente de 17, quienes residen legalmente en Estados Unidos, fueron capturados durante una redada policial. Trascendió que horas después fueron liberados.

El Salvador se encuentra desde finales de marzo bajo un régimen de excepción, que cumplió 8 meses de vigencia y suspende varios derechos constitucionales

Advierten de que las autoridades salvadoreñas, sin previo aviso, pueden restringir el paso a ciertas zonas por medio de puntos de control en donde se sospeche que hay actividad de las pandillas y, en consecuencia, informa a los ciudadanos estadounidenses de que el acceso y la libertad de movimiento dentro de estas áreas puede ser limitado.

Durante el régimen de excepción, que cumplirá un año el 27 de marzo y que ha sido duramente criticado por vulnerar derechos humanos por colectivos de derechos humanos, las autoridades dicen haber capturado a 65,291 personas acusadas de ser miembros o colaboradores de las pandillas.

De estas, 3,745 personas fueron liberadas después debido a que no se pudo establecer un verdadero vínculo con estas estructuras criminales. Hay más de 57,000 con prisión provisional decretada por un juez, pero sin condena.

Una madre en El Salvador denuncia la falta de acción de las autoridades locales para dar con el paradero de su hijo, Carlos Santos Abarca, desaparecido hace casi nueve meses.

Los defensores de los derechos humanos que han denunciado reiteradas irregularidades con el estado de excepción, también dicen haber documentado la muerte de algunas personas en custodia del Estado.

El gobierno salvadoreño comenzó a implementar una política de mano dura contra las pandillas después que una jornada con 62 homicidios en un día en 2022.

El Congreso entonces, a solicitud del presidente Nayib Bukele, aprobó un estado de excepción que se ha ido renovando recurrentemente con el que aseguran combaten a grupos criminales. Desde entonces está restringida la libertad de asociación y suspendidos los derechos de los detenidos a ser debidamente informadas de sus derechos y del motivo del arresto, así como de la asistencia de un abogado.

El proyecto de ley “responsabilidad por las criptomonedas en El Salvador” busca mitigar los riesgos para EEUU por el uso del bitcoin en ese país.

Pero las autoridades justifican la política de mano dura contra las pandillas, resaltando una considerable reducción de los homicidios. Según estadísticas oficiales, el 2022 cerró con un registro de 495 homicidios, la cifra más baja de las últimas décadas. Aunque ese informe no incluye al menos un centenar de muertes de pandilleros que fallecieron en presuntos enfrentamientos con las autoridades.

En 2015, El Salvador, en ese momento considerado uno de los países más violentos del mundo, registró 6,656 homicidios, una tasa de 106 muertes violentas por cada 100,000 habitantes.

En lo que va de 2023, El Salvador ha registrado 33 homicidios, incluyendo los de cinco presuntos pandilleros que fallecieron en un intercambio de disparos con las autoridades y el de un policía que murió baleado por dos de sus compañeros cuando se encontraban de licencia y bajo los efectos del alcohol.


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