El gobierno estadounidense se prepara para comenzar la construcción de más muros y vallas fronterizas en el Valle del Río Grande, en el sur de Texas, casi seguramente en tierras federales dedicadas como refugio para la vida silvestre.
Estaba previsto que la maquinaria pesada para la construcción comenzara a arribar a los sitios el lunes, dijo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Una foto colocada en Facebook por el Centro Nacional de Mariposas muestra una excavadora estacionada junto a su propiedad.
En marzo pasado, el Congreso aprobó más de $600 millones para la erección de 33 millas de nuevas barreras en el Valle del Río Grande. Aunque el presidente Donald Trump sigue enfrentado con el Congreso por presupuesto para su muro fronterizo, la CBP ha procedido con la construcción de las secciones de muro que ya tienen fondos.
Esta construcción ha sido descrita a menudo como cercado y la ley de financiamiento que incluyó la construcción fue respaldada por algunos demócratas en la Cámara de Representantes y en el Senado. La CBP se refiere a proyecto como un “sistema de muros fronterizos”.
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De acuerdo con los diseños publicados en septiembre, la CBP planea construir 25 millas de muros de concreto hasta la altura de los diques de contención de inundaciones junto al Río Grande (o Bravo), que forma la frontera Estados Unidos-México en Texas.
Encima de los muros, la CBP instalará postes de acero de 18 pies y despejará una zona de seguridad de 150 pies.
Los mapas dados a conocer por la oficina muestran que la construcción pasará por el centro de mariposas, un parque estatal cercano y una capilla católica centenaria junto al río.
Muchos dueños de tierras se oponen a un muro fronterizo y han prometido que pelearán si el gobierno federal trata de expropiar sus propiedades. Las disputas en las cortes sobre esas tierras pudieran durar semanas, incluso meses.
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La CBP dijo en su comunicado que planea comenzar la construcción en tierras federales. Los activistas ambientales prevén que el gobierno usará tierras que son parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Valle el Río Grande.
El refugio está formado por decenas de parcelas de tierras adquiridas en los últimos 40 años para crear un corredor para especies en peligro y otros.
El Departamento de Seguridad Nacional puede dispensarse de las restricciones ambientales para construir un muro fronterizo y emitió su dispensa para el condado Hidalgo en octubre.
Una coalición de grupos ambientalistas ha demandado ya a la dependencia por su uso de las dispensas, argumentando que la construcción del muro afectará a ocelotes, aves raras y otras especies en tierras de refugio usadas como hábitat. Esa demanda sigue pendiente.