Ken Cuccinelli, director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS), anunció este lunes que el gobierno ampliará los factores por los cuales la solicitud para la residencia permanente podría ser denegada, con el objetivo de limitar la inmigración legal al país.
La nueva regla le daría la capacidad a agentes federales de negarle la “green card”, o tarjeta de residencia permanente, a aquellos inmigrantes que la soliciten y que estén inscritos en programas de asistencia del gobierno, o que en algún momento recibieron ayuda, entre otros factores.
“Queremos ver llegar a gente que sea autosuficiente”, dijo Cuccinelli. “Ese es uno de los fundamentos del Sueño Americano. Es parte de nuestra historia, y particularmente de nuestra historia ligada a la inmigración legal”.
Cuccinelli dijo que el gobierno consideraría como “puntos negativos” si los solicitantes participaron de programas de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP), Medicaid, y subsidios para viviendas, entre otros.
El mandato entra en vigor para aquellos que soliciten la residencia permanente a partir del 15 de octubre.
Los oficiales de inmigración también prestarán particular atención a la edad, salud, estatus familiar, patrimonio, recursos y estado financiero, educación y habilidades profesionales del solicitante.
Aquellos peticionarios menores de 18 años o mayores de 61 años correrían mayor riesgo de que sus solicitudes sean negadas.
Otro factor negativo sería, por ejemplo, un joven inmigrante que no estudia tiempo completo, o alguien que está autorizado para trabajar y que no tiene pasado o actual estatus laboral.
Se espera que la regulación anunciada enfrente demandas legales en los próximos días, por lo que su implementación final podría retrasarse varios meses o, incluso, nunca producirse si la justicia estadounidense así lo considera.
Grupos defensores de los inmigrantes han argumentado que esta regla discriminaría a los inmigrantes de los países más pobres, mantendría a las familias separadas y alentaría a los residentes legales a renunciar a ayuda pública que probablemente necesiten para subsistir.
Estas organizaciones también aseguran que la normativa penalizaría a los inmigrantes con visado de trabajo que necesitan alguna asistencia pública de manera temporal.
La nuevo regla no afecta a los solicitantes de asilo.
El presidente estadounidense Donald Trump ha mencionado ideas similares en el pasado, explicando que quiere que EEUU reciba inmigrantes con títulos profesionales y que no se conviertan en “una carga pública”.
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