EEUU podría extender las restricciones en la frontera por el coronavirus


WASHINGTON  — La política estadounidense para la expulsión
expedita de migrantes que sean detenidos a lo largo de la frontera con México
podría permanecer en vigor incluso después de que se reduzcan las medidas de
confinamiento por el coronavirus en Estados Unidos, informó el jueves un funcionario
del gobierno.

Los activistas de inmigración señalaron que la
política ha privado a algunas personas del derecho de solicitar asilo.

Se trata de una extensión para que los inmigrantes completen sus procesos migratorios.

Se tiene previsto que la medida expire el 20 de
mayo, pero el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección
Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), Mark Morgan, dijo que podría ser
necesario que se extienda para proteger la salud pública.

Morgan dijo que las autoridades de sanidad de
Estados Unidos deberían considerar que el virus aún no ha alcanzado el punto
máximo de contagios en México y Centroamérica, así como la posibilidad de que
se propague dentro de los centros de detención de la Patrulla Fronteriza y más
allá, antes de determinar si se puede reanudar la vigilancia previa al brote.

Miles esperan la reapertura para iniciar o continuar los trámites.

“Incluso si hablamos sobre la reapertura de
Estados Unidos, es de manera gradual”, comentó Morgan a los reporteros en una
conferencia telefónica para discutir las estadísticas que muestran una caída en
las detenciones fronterizas.

“No vamos a ir de 0 a 100 y volverá a ser como
era antes del COVID de la noche a la mañana”, puntualizó.

Lo que se buscaría a largo plazo es cerrar la puerta a los inmigrantes, dicen varias organizaciones.

El presidente Donald Trump ha hecho de la
reducción de la inmigración ilegal un tema distintivo. Sus oponentes lo han
acusado de usar la pandemia como un pretexto para adoptar políticas duras que
resultan atractivas para su base de electores mientras busca un segundo término
en la Casa Blanca.

En marzo, Trump cerró las fronteras con México y
Canadá al tránsito no esencial. El 21 de ese mes otorgó a la CBP el poder para
la expulsión expedita de migrantes, con el argumento de que representan una
potencial amenaza a la salud pública. Y el mes pasado, extendió la orden
ejecutiva por 30 días.

Con esta orden, el presidente busca garantizar que estadounidenses que han perdido sus empleos por la crisis de la pandemia del coronavirus “sean los primeros en la fila” en recuperar sus trabajos, lo que impulsará a “recuperar la economía del país”.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos y
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomendarán si
ampliar la política fronteriza. Sin embargo, Morgan dijo que las agencias
deberían considerar cambios a largo plazo en torno a muchos aspectos de la vida
en Estados Unidos.

Señaló la forma en que las aerolíneas están
tratando de seguir implementando el distanciamiento social manteniendo asientos
vacíos y cómo los equipos deportivos están considerando sostener juegos sin
aficionados.

La medida del presidente Trump cierra los trámites migratorios por 60 días, pero no todos.

“Si estamos teniendo esas discusiones espero que
vayamos a tener las mismas discusiones sobre la seguridad fronteriza con
respecto a las enfermedades infecciosas y cómo debería ser después del
COVID-19”, dijo.

Hasta ahora, las autoridades han detenido a dos
personas con casos confirmados del nuevo coronavirus en la frontera, añadió.

El presidente ofreció su conferencia de prensa diaria sobre el coronavirus.

El primero era de la India y fue arrestado cerca
de Calexico, California, el 23 de abril. Mostraba síntomas de la enfermedad.

El segundo era un mexicano capturado esta semana
mientras trataba de ingresar a Estados Unidos para buscar atención médica para
su enfermedad.

Morgan dijo que el mexicano fue enviado de
regreso a su país y que el indio fue puesto bajo custodia del Servicio de
Control de Inmigración y Aduanas.

Médicos Sin Fronteras criticaron a Estados Unidos
esta semana por expulsar a migrantes, incluidos solicitantes de asilo, a México
cuando éste no tiene un sistema confiable para garantizar las cuarentenas o el
aislamiento de las personas deportadas.

La cifra total de migrantes que trataron de ingresar a Estados Unidos sin autorización en abril fue de 16,700, una disminución de alrededor 50% respecto a marzo y del 88% en comparación con el año pasado.

El recuento mensual fue el menor registrado desde
abril de 2017, cuando las autoridades detuvieron o frenaron a 15,798 personas
en la frontera con México.

Los cruces ilegales se hundieron a su nivel más
bajo en décadas durante los primeros meses de Trump en la presidencia debido a
que los traficantes y migrantes esperaron para ver si las acciones del nuevo
presidente coincidían con su agresiva retórica de campaña, algo a veces
descrito como el “efecto Trump”.

Las preocupaciones se extienden a los proveedores
de servicios médicos carcelarios, a los que expertos de salud acusan a menudo
de proporcionar una atención deficiente incluso en los mejores tiempos.

Sheron Edwards comparte un dormitorio con otros
50 reclusos en la Instalación Penitenciaria Regional del Condado Chickasaw en
Mississippi.

Debido a sus anteriores experiencias con el
proveedor de servicios médicos de la prisión, Centurion of Mississippi, le
preocupa lo que pueda ocurrir si hay contagios de coronavirus.

“Me da miedo que simplemente nos dejen morir
aquí”, afirmó.


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