Desde que el lunes pasado se empotrara con su bicicleta a 65 por hora en un autobús rojo detenido en la carretera, se sabía de la vida de Egan Bernal, de sus horas en la Cínica Universitaria La Sabana, en Chía, entre el quirófano y la UCI, por comunicados de prensa emitidos desde el hospital, siete en total, que documentaban la gravedad de sus tantas lesiones y su capacidad, y la de los médicos, para superarlas y mejorar hora a hora.
El cuarto día ha sido Egan, 25 años recién cumplidos, quien se ha hecho vivo, palabra e imagen, unas frases que son un suspiro de alivio, un gracias a la vida, una fotografía, el gesto de OK con una mano, un rostro serio y doliente, un collarín en el cuello, en una publicación en su Instagram.
“Después de haber tenido un 95% de probabilidad de haberme quedado parapléjico y casi perder la vida haciendo lo que más me gusta hacer”, escribe el único ciclista colombiano que ha ganado el Tour, y a los 22 años, y hay que recordar cómo, tan tremendo fue el golpe, junto a las fracturas de rodilla y fémur que sufrió, también se machacó el pecho, una costilla fracturada le provocó un neumotórax y una fractura luxación de varias vértebras torácicas le aplastaron la médula espinal, y a punto estuvieron de seccionarla y dejarle parapléjico, pero los cirujanos de neurología fueron bravos y lograron descomprimirla, y liberarla, sin lesión aparente. “Quiero agradecer a Dios, a la clínica, a todos sus especialistas, por hacer lo imposible; a mi familia, a María Fernanda Motas [su pareja], amigos y a todos ustedes por sus deseos”.
El ciclista de Zipaquirá sigue en la UCI, dice, a la espera de nuevas cirugías.
Este proceso lo relata el comunicado número siete de la clínica universitaria, que explica que superadas la fase aguda del “trauma de alta energía” -aquella en la que el único objetivo es salvar la vida, las tres primeras horas posteriores al accidente-y la primaria, las primeras 24 horas en la UCI en las que el cuerpo busca el equilibrio, el ganador del Giro de 2021 se encuentra en la fase secundaria, en la que comienza su rehabilitación y se puede ejecutar cirugías menores que quedaban pendientes por no ser de gravedad. Son dos operaciones, dos nuevas visitas al quirófano, en las que le repararán una fractura de un metacarpiano en la mano derecha y varias fracturas dentarias y alveolares en la boca.
Bernal también agradece en el post el apoyo del equipo Ineos, especialmente del de Xabier Artetxe, el entrenador y director vasco que se encuentra en Colombia a cargo de media docena de ciclistas que junto al líder Bernal preparaban entrenándose en altura, en el altiplano cundinamarqués, las primeras competiciones de la temporada.
Ni los responsables de la clínica ni el equipo ni el propio ciclista han evocado posibles fechas de salida del hospital, de comienzo de rehabilitación, de volver a la bicicleta, de volver a competir. Algunos especialistas han avanzado, con optimismo, reconocen, que el periodo mínimo de recuperación de tan graves lesiones será de ocho meses. Es seguro, pues, que el duelo tan esperado con el esloveno Tadej Pogacar, vencedor de los últimos dos Tours disputados tras la victoria de Egan, deberá esperar hasta el 2023 y el País Vasco, de donde partirá el Tour.
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