El 2 de noviembre un asteroide impactará contra la atmósfera

El 2020 está siendo cuanto menos un año atípico. A la pandemia del coronavirus hay que sumar otros hechos como el virus del Nilo que durante el verano ha azotado buena parte de Andalucía o el brote de peste bubónica en Mongolia. Por si todo esto fuera poco, ahora la NASA advierte de que un asteroide impactará contra la atmósfera terrestre el próximo 2 de noviembre, un día antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.

¿El asteroide impactará contra la Tierra? Según el científico Neil deGrasse Tyson, no. Lo más probable es que nada más impactar contra la atmósfera terrestre se desintegre sin causar daños. Según estimaciones de la NASA, la probabilidad de que el asteroide 2018VP1 impacte contra nuestro planeta el 2 de noviembre es de apenas un 0,41%.

El asteroide tiene el tamaño de una nevera, de forma que no es tan grande como para atravesar intacto la atmósfera e impactar en la superficie de la Tierra. Viaja a una velocidad de 40.555 kilómetros por hora, así que en el momento del impacto será visible incluso durante el día, pero no causará daños en nuestro planeta.

La última vez que se observó este asteroide fue en nombre de 2018, de manera que ningún científico es capaz de trazar con precisión su trayectoria. Se calcula es que pase a 500.000 kilómetros de distancia de la Tierra.

La NASA, a petición del congreso de Estados Unidos, ha creado para detectar en la medida de lo posible el 90% de los asteroides con un diámetro de más de 140 metros y órbitas cercanas al planeta Tierra.

¿Podría un asteroide destruir la vida en la Tierra?

Esta es una cuestión que muchas personas se plantean, y lo cierto es que las probabilidades de impacto de un asteroide que destruya la vida en la Tierra son muy bajas en el futuro más inmediato. Ahora bien, los conocidos como asteroides intermedios están en el punto de mira de las agencias espaciales internacionales, como la NASA.

Han identificado más de 20.000 objetos próximos a laTierra, de los que 2.000 han sido clasificados como ‘potencialmente peligrosos’. Son asteroides gigantes, de más de 140 metros de diámetro. Si impactaran contra nuestro planeta sí podrían causar destrucción local, aunque no global.

Aún así, es improbable que alguno de estos asteroides impacte contra la Tierra en el siglo XXI. El último caso registrado tuvo lugar en febrero de 2013 en la ciudad rusa de Chelyabinsk. Un asteroide de 20 metros de diámetro que viajaba a 70.000 kilómetros por hora explotó en la atmósfera terrestre, y la ola del impacto dejó 1.500 personas heridas.


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