El Alavés encara hoy el primero de los dos duelos que le restan antes de alcanzar el primer parón de selecciones y el final del mercado de fichajes, que se cerrará el próximo lunes. Esta tarde (19.00 horas), se mide al Villarreal en el Estadio de la Cerámica, un escenario donde ha vivido todo tipo de sensaciones en los últimos tiempos.
La visita al Submarino amarillo, con una plantilla en teoría más potente que las de las últimas campañas, supone el penúltimo escollo del duro calendario que le ha tocado en este arranque de competición. Es la recta final de la particular cuesta de septiembre albiazul. El próximo domingo le aguarda el Athletic, otro rival llamado a estar en la parte alta de la clasificación. Tras el derbi ante los leones, se podrá hacer el primer balance de este curso, cuando llega el descanso competitivo.
Encara la cita Pablo Machín con la única ausencia de Tomás Pina y la duda de Joselu, que recientemente ha sido padre de un niño al que va a llamar Lucas, como su compañero de fatigas en la delantera gasteiztarra. En un principio, el de Stuttgart tiene la intención de desplazarse a tierras castellonenses, pero las obligatorias pruebas PCR y todo el protocolo de la LFP dificulta este tipo de situaciones.
Por lo demás, el resto de los que participaron frente al Getafe estará disponible. Aunque no quiso dar pistas ni sobre el sistema ni sobre el once titular, el soriano dejó entrever que va a mantener el 1-4-4-2 y que, con alguna variación, saldrá de inicio con un equipo muy similar al que se enfrentó al Getafe. El técnico considera que, al jugar en sábado, jueves y domingo, hay días suficientes entre los partidos para poder recuperarse.
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