Espanyol y Alavés retoman la competición liguera en el RCDE
Stadium, a las 14
horas, en un duelo en el que ambos no pueden descuidar su principal objetivo, que es lograr la permanencia al final de temporada. El conjunto catalán llega más presionado por las urgencias
clasificatorias, es el colista, mientras que los albiazules afrontan el partido más
desahogados, con un colchón de siete puntos sobre el descenso y de doce sobre los periquitos.
Los de Asier
Garitano visitan a un equipo al que no ganan desde 2002 en Barcelona y además, el entrenador vasco, tiene la espina clavada de no haber vencido a Abelardo
Fernández en su duelo particular de banquillos. En los partidos entre ellos, cinco han sido para el asturiano y uno se resolvió con un empate.
El de Bergara ha intentado preparar al máximo a su grupo a nivel físico y también ha incidido en estos días en la estrategia, aspecto en el que se sienten cómodos. Para este regreso, no variará en exceso su puesta en escena y solo cambiará piezas en la zona ofensiva debido a la ausencia en ataque de Joselu, por acumulación de tarjetas.
Así, Fernando
Pacheco, en la portería, estará acompañado por Ximo
Navarro, Víctor
Laguardia, Lisandro
Magallán y Rubén
Duarte en defensa. La medular la formarán Ljubomir
Fejsa y Manu
García, mientras que en ataque estarán Oliver
Burke y Aleix
Vidal, por las bandas; Víctor
Camarasa, en la media punta y Lucas
Pérez, en punta.
Reto mayúsculo
Por su parte, el Espanyol retoma la competición liguera con un reto mayúsculo por delante, lograr la permanencia en Primera partiendo como el colista de la categoría, un reto que pretende empezar con buen pie este sábado contra el Alavés.
La plantilla de Abelardo ha regresado al trabajo con buenas sensaciones y con la ilusión de conseguir la permanencia. El parón por el coronavirus ha servido para despejar la mente y afrontar esta recta final de competición de la mejor forma posible, aunque a nadie se le escapada la dificultad del propósito.
El equipo, además, ha
superado el problema de los ocho futbolistas infectados por el coronavirus. Todos ellos se encuentran recuperados, pero durante los primeros días de trabajo no estaban al mismo ritmo que el resto de sus compañeros.
Para el duelo de hoy, la única baja
segura es la del portero Diego López, sancionado. La prioridad del cuerpo técnico era la de minimizar el riesgo de lesiones y lo ha conseguido. En cualquier caso, el once que presente Abelardo es una incógnita después de más de tres meses sin competir en condiciones normales.
El partido será especial para el entrenador, ya que dejó el
Alavés en mayo de 2019, tras
llegar a la entidad en 2017 y salvar al equipo del descenso. El asturiano dejó un gran recuerdo y, sin duda, afronta un encuentro emotivo, aunque buscará un triunfo
necesario y dejará los saludos para el término del choque.
El Espanyol, que además no contará con el apoyo de su afición, tiene urgencias
claras. El equipo no quiere hablar de once
finales, ya que sabe que si falla en los primeros compromisos, todo se desmoronará. Es por eso que la tensión y la concentración en estos entrenamientos previos han sido máximas.
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