Alavés y Osasuna, siempre vecinos muy bien avenidos, se enfrentan en Mendizorrotza en un derbi un tanto descafeinado. Los dos llegan a la cita con una trayectoria similar. Igualados en la tabla a 35 puntos, se encuentran a un pasito de la salvación. Ambos han encajado recientemente muy severas goleadas, por lo que necesitan dar de nuevo un paso adelante para recuperar la autoestima. El que gane, festejará ya la permanencia, aunque no matemática. El empate bien podría valerles a los dos.
Los babazorros llegan con la herida más reciente. El hiriente 6-0 encajado en Balaídos pone en entredicho muchas cosas. Entre ellas, la mentalidad de un equipo que no debe echar por tierra la imagen de equipo serio, disciplinado y trabajador ofrecida antes del confinamiento.
En cuanto a los rojillos, si no fuera porque ya casi tienen lograda la permanencia, su retorno a la competición resulta preocupante. Comenzaron bien, con un trabajado punto conquistado en Anoeta (1-1) ante la Real Sociedad en un partido muy completo. Después, el 0-5 encajado ante el Atlético de Madrid y el 2-0 frente al Valencia le han enfriado los ánimos. Parece que, entre otros factores, la sombra del lesionado Chimy Ávila es alargada.
Dolidos
En el seno albiazul, el durísimo correctivo frente al Celta ha escocido y siembra de interrogantes el desconcertante regreso a la competición del equipo. Ante el Espanyol arrancó con derrota decepcionante. Dio un paso adelante frente a la Real Sociedad en uno de los mejores partidos de la temporada y, de forma sorprendente, se hundió con estrépito ante un rival que, consciente de que se jugaba la vida, afrontó el duelo con muchísima más intensidad.
Al contrario de lo que suele ser habitual Asier Garitano se mostró muy crítico con sus discípulos. “No hemos tenido la mentalidad que hay que tener, censuró. Les incitó a “apechugar y sacar consecuencias, sabiendo que esto nos va a hacer daño”. Desde luego, el fondo de armario de la plantilla queda en entredicho.
En similares términos se expresó uno de los habituales suplentes, Lisandro Magallán. “Duele mucho perder así”, lamentó. “En esta liga tan competitiva se nota mucho cuando te quedas con un jugador menos, pero no se puede perder de esta manera”, asumió. Consideró el derbi ante Osasuna como un duelo “clave”. “Intentaremos demostrar lo que somos, que no es lo que hicimos en este partido. Tenemos que cambiar la imagen y dejar claro a la afición que seguimos siendo fuertes”, reclamó.
Reservó a titulares
En la segunda mitad, con todo ya perdido, el técnico sustituyó a Laguardia, Joselu y Lucas Pérez, tres de sus hombres clave. De inicio, también dejó en el banquillo a Ximo Navarro y Camarasa, que habían acumulado bastantes minutos en las tres primeras jornadas. Todo ello, unido a las bajas de Tomás Pina, Rubén Duarte y Aleix Vidal, provocó que en Balaídos el Alavés jugara con un once poblado de futbolistas que, normalmente, están en la segunda unidad del equipo.
La horripilante versión albiazul en Balaídos provocó que el de Bergara aludiera al triunfo frente a la Real Sociedad para incidir en la falta de mentalidad de su escuadra. “Nos tendremos que levantar, porque cuando ganas y te relajas, te puede pasar lo que nos ha sucedido”, expresó. Sin duda, el Alavés está obligado a volver a ofrecer su mejor versión en Mendizorrotza en este derbi ya que, a falta de ocho jornadas para el final de esta liga, el calendario se le va a empezar a complicar.
Todo apunta a que el vasco va a presentar a su once de gala. Todo depende de dos cuestiones. En primer lugar, está la portería. Habrá que ver si retorna Fernando Pacheco o decide mantener a Roberto Jiménez, que está mostrando un nivel notable a pesar de encajar ocho goles en tres partidos. En segundo, la evolución de Aleix Vidal. El equipo echa de menos la aportación del tarraconense, lesionado en las dos últimas jornadas.
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