El Alavés se desangra en las dos áreas

El Alavés se desangra en las áreas en este mal arranque de temporada. Su falta de acierto de cara al gol y, sobre todo, su fragilidad y graves errores en defensa, le están costando una muy elevada factura y le han hundido en la tabla. Antepenúltimo con 4 puntos en seis encuentros, visita este domingo al Valladolid, penúltimo con 3 también en seis duelos, en un duelo ya dramático para ambos equipos.

En pleno proceso de identidad y todavía buscando su definitivo estilo de juego, el conjunto babazorro está penando su falta de efectividad en ambas áreas. Sólo ha logrado tres tantos y, junto al Celta, arroja la peor media de LaLiga con sólo 0,5 dianas marcadas por encuentro. Además, ha encajado ocho -siete en juego y uno de penalti-. Las siete en juego han venido precedidas de algún error importante en defensa.

Necesita el equipo corregir esos fallos y, además, mostrarse más sólido atrás. Poco acostumbrado a ejercer una presión con las líneas tan altas, está viendo cómo los rivales cogen la espalda a sus zagueros con excesiva facilidad.

Lentitud

Los centrales albiazules están teniendo serios problemas en este arranque de temporada, en especial Rodrigo Ely, que ha cometido al menos dos errores de bulto. En el primero, en Granada, Soldado le ganó con claridad una carrera de 30 metros a pesar de tener que controlar el balón mientras corría para batir a Pacheco. En el segundo, frente al Elche, un fallo al intentar despejar un balón franco dejó sólo al borde del área a un Pere
Milla que estrelló el cuero contra la madera.

Uno de los debates que surgen es si el Alavés cuenta con los futbolistas adecuados para que Machín implante su 1-3-5-2. Hasta el cierre del mercado invernal, faltaban carrileros. Ahora, según el propio técnico, el equipo cuenta con una plantilla “amplia y competitiva”.

Sin embargo, el propio entrenador, al margen de las continuas variantes tácticas que emplea, ha cambiado de dibujo en dos encuentros. Ante el Granada pasó a un 1-4-4-2 en el descanso y, contra el Elche, repitió la decisión. Sí da la impresión que con cuatro atrás el equipo está más sólido y equilibrado, pero un dato llama la atención: ha encajado los mismos tantos, cuatro, con cada uno de los sistemas.

Al margen de los errores en sí, resulta preocupante la facilidad con la que los rivales ganan la espalda a la línea defensiva albiazul, casi siempre muy adelantada buscando el fuera de juego y reducir espacios para presionar. El equipo no está acostumbrado a asumir tanto riesgo en los últimos años y es evidente que los centrales babazorros, con muchas virtudes, pecan de lentitud en algunas acciones.

Este problema se puso de manifiesto ante el Elche. “Entramos un poco mal, llegábamos tarde a muchas disputas en el mano a mano. Nos hacían peligro cogiéndonos las espaldas y creo que nos faltó agresividad para ganar esos duelos individuales”, resumió Ximo
Navarro tras la hiriente derrota (0-2).

Muchos cambios

Cierto es que las lesiones y sanciones mermaron de forma importante a los babazorros ante el Elche. A partir del descanso del duelo en Granada, Pablo
Machín encontró una línea defensiva a la que decidió dar continuidad –Ximo Navarro, Laguardia, Lejeune y Rubén Duarte-.

Sin embargo, ante los ilicitanos perdió por sanción a Rubén
Duarte -expulsado de forma injusta por doble amarilla frente al Athletic- y forzó para contar con Lejeune y Laguardia pese a sus respectivas lesiones. Ambos llegaron muy justos al duelo y disputaron 45 minutos cada uno.

Otro aspecto destacable es que Machín está sustituyendo en varias ocasiones a sus centrales. Ha reemplazado dos veces a Laguardia -una por lesión-, otras dos a Ely y una a Lejeune -para preservarle de sus molestias musculares-.

El equipo necesita corregir los gruesos errores individuales. En todo proceso de construcción se necesita tiempo y, en el fútbol, el tiempo sólo lo dan los buenos resultados.


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