En plena fase de apogeo de las contrataciones para reconstruir y definir la próxima plantilla, los albiazules tratarán de seguir explotando la vía de las cesiones como manera en la que articular una plantilla que le sirva para lograr la salvación para una quinta campaña entre los mejores. Desde que los albiazules recuperaron su sitio entre los mejores conjuntos el balompié nacional en verano de 2016 han sido 22 las operaciones
de préstamo de jugadores que ha logrado atar el Alavés. Esta cantidad viene a suponer prácticamente el 50% de los 46
refuerzos que ha firmado Sergio
Fernández en estos tres años. Es evidente la apuesta por este tipo de movimientos en el mercado que cuentan con una doble vertiente. Por un lado, se logra rescatar de sus equipos nodriza a jugadores que no cuentan con una ración excesiva de minutos y, por otro, el Alavés se beneficia de peones de calidad que llegan con ganas de reivindicarse y durante estos cursos han aportado la calidad suficiente para contribuir a asentar el proyecto deportivo. Además le ha salido bien la jugada al conjunto babazorro porque han rendido a un nivel sublime y se han revalorizado y reorientado sus trayectorias futbolísticas. Ha sabido explotar el conjunto babazorro esta fórmula del préstamo ante las dificultades económicas de estos primeros años en la élite y al no poder competir ni moverse con las astronómicas cifras de millones que se mueven en el mercado actual.
Desde el verano de 2016 han sido 22 las operaciones
de préstamo de jugadores que ha logrado atar el Alavés
A la hora de encaminar las operaciones hacia las cesiones cobra importancia el conocimiento del fútbol en todas las categorías para ser capaces de acertar con ese jugador que vaya a encajar, acoplarse y rendir conforme a lo que precisa un conjunto limitado y sin asentar aún en la categoría como el Alavés.
Marcos
Llorente
y
Theo
Hernández
Entre esa veintena larga de jugadores que han llegado cedidos a Gasteiz, en la mente de todos los seguidores albiazules están dos piezas como las de Marcos
Llorente y Theo
Hernández, en la campaña 2016–17. Ellos dos encajan y definen mejor que ningún otro todo lo que ha ido buscando y requiriendo el Alavés para este tipo de jugadores. Llegaron a la entidad albiazul siendo unos desconocidos en el planeta fútbol desde el Real
Madrid
Castilla y el juvenil del Atlético
de
Madrid, respectivamente. Desde sus primeros minutos con la elástica albiazul ya dejaron patentes destellos de su clase y calidad y el paso de las jornadas no hizo sino agigantar su carrera y llevar al Alavés a jugar la primera final de la Copa
del
Rey. Otro perfil de cesiones fueron piezas como las de Rubén
Sobrino y Burgui que, tras un notable primer año, se vieron reconfortados con un contrato de larga duración.
Notable huella han dejado otras cesiones como las de Alfonso
Pedraza el curso 2017–18 junto a las de Víctor
Camarasa, en el primer año, y otras que salieron tremendamente rentables como las de Munir, Tomás
Pina y John
Guidetti, que fue la mezcla perfecta para que brillara el hispano-marroquí. Mención especial, en la temporada recién terminada, ha tenido la llegada de Jony, a préstamo del Málaga, que se convirtió en el principal referente ofensivo del equipo de Abelardo en un ejercicio en el que el equipo completó una gran primera parte de campaña, para deshincharse al final. Este tipo de operaciones son fruto de la buena intención de la dirección deportiva que sabe moverse entre bambalinas junto a los grandes trasatlánticos de la competición y lograr esos mirlos blancos. Precisa también de una elevada dosis de paciencia ya que la mayoría de estas jugosas cesiones llegan en la recta final de la pretemporada una vez que esos conjuntos con sobrante de talento entre su plantilla esperan a finales de agosto para llevar a cabo su particular operación salida.
Este tipo de operaciones son fruto de la buena intención de la dirección deportiva que sabe moverse entre bambalinas
Cesiones
que
fueron
un
fiasco
Dentro de ese amplio listado de dos decenas de jugadores que han llegado cedidos han dejado notable recuerdo los futbolistas que brillaron y relanzaron su carrera, pero también, como es lógico, se han producido manifiestos y grandes fiascos de jugadores que llegaron con un supuesto cartel y pasaron con más pena que gloria por la entidad albiazul. Habría que hacer una encuesta entre los seguidores alavesistas para saber si recuerdan a jugadores como Christian
Espinoza, Aleksandar
Pantic, Manu
García
Alonso, Óscar
Romero, Hector
Hernández, Hernán
Pérez o Bojan
Krkic, entre otros.
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