El Albondiguilla apunta al Gobierno de Aznar en el juicio de Gürtel: “Recibimos llamadas de Moncloa”



A la izquierda, Arturo González Panero, exalcalde de Boadilla, a su llegada a la Audiencia Nacional, la pasada semana.Kike Para (EL PAÍS)

Arturo González Panero, alcalde de Boadilla del Monte (Madrid) entre 1999 y 2009 y conocido como El Albondiguilla, ha sacado este martes la artillería en el tercer juicio al PP por Gürtel. El exregidor, que afronta una petición de la Fiscalía de más de 40 años de cárcel, ha señalado directamente a los gobiernos de José María Aznar al describir la enorme influencia de Francisco Correa, líder de la trama, dentro del partido. “Recibimos llamadas de Moncloa para sugerirnos cosas del Ayuntamiento”, ha declarado el acusado González Panero en la Audiencia Nacional.

La cuarta sesión del juicio sobre los negocios de Gürtel en Boadilla, que vuelve a sentar al PP en el banquillo por beneficiarse de la red corrupta, ha servido para escuchar a los últimos de los 17 acusados que han admitido el relato de hechos de la Fiscalía —los interrogatorios de los otros siete acusados, que rebaten las tesis del ministerio público, están también previstos para esta misma semana—. Después de que los principales implicados reconocieran su participación en la trama en las primeras jornadas, el turno le ha llegado este martes a González Panero: “Consentí el trato de favor al Grupo Correa a cambio de recibir comisiones”, confesó el exregidor en un escrito enviado a principios de mes al tribunal.

El exalcalde ha mantenido este martes esa línea ante los jueces, pero ha disparado hacia arriba al describir el desembarco de la trama en Boadilla con su connivencia. El Albondiguilla ha asegurado que conoció a Correa cuando llegó al poder tras una esperpéntica moción de censura en la que arrebató el bastón de mando a un compañero del propio PP al aliarse con cuatro concejales del partido y con otros cuatro independientes. “[A Correa] me lo presentó José Galeote, [edil del municipio durante 12 años]. Me comentó que tenía mucha ascendencia en el PP, que organizaba todos los eventos. Y que, de cara a las siguientes elecciones, necesitaríamos una persona que nos pudiera ayudar e influir”.

“Comprobé que tenía mucha ascendencia. Desde la primera comida, nos daba muchos datos”, ha relatado Panero, que ha negado que la influencia de Correa en el partido fueran simples “bravuconadas” del empresario. “Quedé con él en el hotel Fénix y apareció una vez el señor Alejandro Agag, [yerno de Aznar]. En otra ocasión, también Rodrigo Rato”, ha puesto como ejemplo. Además, ha detallado intervenciones directas del Gobierno popular: “Recibimos llamadas de Moncloa para sugerirnos cosas del Ayuntamiento. En este caso, no de adjudicaciones, sino de nombramientos. O, por ejemplo, en un pliego de limpieza viaria, se nos dijo que lo de recoger solo tres días la basura en las urbanizaciones, que se pusiese siete días. Que no se hizo, se puso cuatro. Pero Correa me había dicho que se tenía que hacer así y que, si no se hacía, me llamarían para mandármelo”.

El exalcalde ha explicado que Correa entraba en la sede nacional del partido “sin necesidad de acreditación”, cuando incluso se la pedían a él, pese a que era regidor y miembro de la cúpula de la formación regional. Ha añadido que Antonio Cámara, secretario personal de Aznar, lo telefoneó para que colocara a Alfonso Bosch al frente de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), desde donde facilitaría los negocios de la red corrupta. Cámara llegó a trabajar durante unos meses para una de las sociedades de Correa, Special Events, después de que el PP perdiera La Moncloa en 2004. Bosch, que también fue concejal de El Escorial, medió para organizar la boda de la hija del expresidente con Agag.

El Albondiguilla también ha incidido en que parte de las mordidas que se repartían tenían como destino costear actos del PP. “Correa nos dijo que tenía que ir una cantidad al Partido Popular. No dijo al PP a nivel Boadilla, sino al Partido Popular”. “Esto se hacía según las indicaciones e instrucciones recibidas por parte de la dirección regional y nacional del PP”, había subrayado ya en su escrito de confesión.

Pese a que el exregidor ha insistido en su “arrepentimiento”, la Fiscalía Anticorrupción se ha mostrado escéptica sobre su colaboración y le ha reprochado que no haya resarcido el daño económico causado. “Vivo con mis padres, no he podido trabajar en todos estos años, no tengo fondos de ningún tipo…”, se ha excusado González Panero. Entonces, el ministerio público le ha recordado que en 2009, después de que estallara el caso Gürtel, abonó 70.000 euros para cancelar una hipoteca.

“Tengo a Panero cogido por los huevos”Isabel Jordán, durante su declaración de este martes en la Audiencia NacionalEFE

La cuarta sesión del juicio ha comenzado con los interrogatorios a Javier Nombela e Isabel Jordán, dos de los trabajadores de las empresas de Correa y condenados ya respectivamente a más de 4 años y 22 años de cárcel por otras derivadas de Gürtel. Ambos han apuntalado así las acusaciones de Anticorrupción. El relato de Jordán ha resultado especialmente nutrido en detalles, ya que se convirtió en una de las encargadas del aterrizaje en Boadilla del Monte.

La exempleada ha relatado una cena entre Correa; su entonces número dos, Pablo Crespo; y los máximos responsables de la Empresa Municipal de Suelo y Vivienda (EMSV), César Tomás Martín Morales y Alfonso Bosch, colocados por González Panero. “Aparte de hablar de temas de campaña, se habló de la lista de candidatos para presentar en aquellas elecciones de 2007”, ha apuntado Jordán, que ha especificado las diferentes maniobras para amañar contratos. “Correa me contó: ‘Vamos a poder tener todos los contratos de Boadilla que yo quiera. Me los van a adjudicar todos. Tengo a Panero cogido de los huevos’. Y me explicó que existía un vídeo donde se veía contando dinero a Panero”.

Entre otras corruptelas, según ha insistido la extrabajadora de Correa, la trama sobrefacturaba a la EMSV para pagar actos organizados para el partido conservador. Es más, ha destacado que Bosch, que también fue exdiputado popular, conocía perfectamente esta forma de actuar, pese a que él lo negó la pasada semana. “Él sabía que estos importes se metían en las facturas”, ha repetido, antes de narrar las “dádivas” que dieron al alcalde de Boadilla. “En 2005 y 2006 se le regalaron unas cestas de navidad. Y, de cara a las navidades de 2007, hablé con González Panero y me dijo: ‘Dentro de lo que puedas, [en lugar de una cesta], si puede ser otra cosa mejor’. Le dije: ‘Pues dime el qué’. Y me contestó: ‘Hombre, pues me viene bien ropa”. También ha añadido que le regalaron una televisión de plasma.

—¿Y cómo conseguían que los funcionarios accedieran [a sus pretensiones]? —ha inquirido la Fiscalía Anticorrupción.

—Yo no estaba presente… Entiendo que González Panero daba una orden a sus concejales o a quien correspondiera. Y que era así porque nos recibían —ha contestado Jordán.


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