La NBA escucha a todos. Quiere y sabe adaptarse a los nuevos tiempos que corren, a los cambios de gustos que surgen, reacia a quedarse en un estado estacionario que devalúe la popularidad de un producto en constante evolución. Es por eso que se avecina más de un cambio importante en la mejor liga del mundo.
El de más impacto, el All-Star. Y es que el vicepresidente de la NBA, Mark Tatum, ha reconocido que el partido de las estrellas necesita “pequeños ajustes” después de las quejas manifestadas por los propios jugadores y entrenadores y la caída de audiencia hasta mínimos históricos, 4,6 millones de telespectadores, lo que representa un 27% menos con respecto al año pasado.
“Esto no es baloncesto”
Michael Malone, entrenador de los Denver Nuggets y técnico del Team LeBron en el evento, se refirió al encuentro como “el peor partido de baloncesto nunca jugado”, mientras que una estrella como Jaylen Brown se atrevió a decir que “esto no es baloncesto” en referencia también al choque más esperado, que terminó con triunfo del Team Giannis por 184-175 sobre el Team LeBron. La reacción de la NBA, en este caso en palabras de Tatum, no ha tardado en llegar:
“No hay duda, tenemos que mirar al partido del All-Star y hacer algunos pequeños ajustes y continuar para asegurar que es un producto que entretenga a los fans”, aseguró el número 2 de la liga estadounidense en declaraciones recogidas por la ESPN. Mark Tatum hizo declaraciones con motivo de su viaje a Senegal para asistir a la Liga Africana de Baloncesto impulsada por la propia NBA.
“Al mismo tiempo, tenemos que ser cauto. Es un partido de exhibición, así que no queremos que los jugadores se lesionen durante el partido. Entiendo que hay un balance aquí. Es algo en lo que tenemos que mirar y tener conversaciones, por cierto, con los jugadores, en cosas que podemos cambiar para hacerlas diferentes el año que viene”, añadió Tatum al respecto.
Sin embargo, también se anuncian novedades importantes en el MVP, en el marco del nuevo acuerdo colectivo entre la NBA y el Sindicato de Jugadores (NBPA) cuyas negociaciones siguen en marcha con el 31 de marzo como fecha límite. Según Shams Charania, ambas partes trabajan en incluir un nuevo punto por el cual sea un necesario un número mínimo de partidos para optar al premio, con los 58 encuentros que se requieren para ser elegido Máximo Anotador.
El controvertido descanso de las estrellas
También se espera que se discuta en las conversaciones por el nuevo convenio la controvertida cuestión del ‘load management’ (‘gestión de carga’), el término con el que los equipos excusan el descanso de sus estrellas ante la acumulación de partidos. La liga quiere encontrar también una solución, puesto que la ausencia de ciertos jugadores tiene una importante afectación en el negocio.
El máximo mandatario de la NBA, Adam Silver, ya reconoció durante el All-Star que se está debatiendo sobre el calendario de temporada regular, considerado por un amplio sector de jugadores y entrenadores excesivos los 82 partidos actuales, con los ‘back-to-back’ como uno de los principales problemas. De hecho, el encadenamiento de partidos es lo que da lugar a las bajas por descanso de muchos jugadores.
Entre los temas de discusión también está el de la creación de un torneo de media temporada inspirado en la Copa del Rey con el que añadir un nuevo aliciente a la campaña antes de los playoffs y en el que podrían participar equipos de la Euroliga. La NBA también pretende regular las peticiones de traspasos de los jugadores sobre todo a raíz de los casos de Kyrie Irving y Kevin Durant al considerarla una conducta “corrosiva” y establecer un límite salarial real que las franquicias no se puedan saltar pagando el impuesto de lujo.
Esta última medida había topado con la oposición de los jugadores -ya que supuestamente, verían más limitados sus salarios-, pero ya habría acuerdo o las posturas estarían muy cercanas, pues se descarta un posible ‘lockout’.