Si lo de Uruguay ante Brasil pasó a la historia como el ‘Maracanazo’ y lo del Deportivo de Jabo Irureta ante el Madrid como el ‘Centenariazo’, algo habrá que ir inventado para si el Amorebieta llegado el caso consigue hoy el ascenso a Segunda frente al Badajoz en su estadio, el Nuevo Vivero. El ‘Viverazo’ por muy joven o viejo que sea no quedaría nada mal para conmemorar la posible hazaña de los azules en un encuentro que dará comienzo esta noche a las 22 horas.
Mucho mérito, sin duda, lo del club zornotzarra y su actual junta directiva bajo la presidencia de Jon Larrea. De coger un club con una tremenda deuda a tenerlo a un paso, a un solo paso, de ascender “al fútbol profesional”, como le gusta decir a su míster Iñigo Vélez, otro de los grandes artífices de este éxito. Cuidado con el Amorebieta porque tampoco ante el Linares partía como favorito en la ‘semifinal’ y acabó imponiendo su ley.
La prudencia, la educación y la deportividad han imperado en el discurso general de los azules desde que trascendiera su emparejamiento con el Badajoz. Lo del sorteo, la bola que se escapa de un bombo, el cruce imposible ante la Real Sociedad B y demás hubiera dado para rellenar un sinfín de programas deportivos con el nuevo formato televisivo.
Lo más fuerte que se le ha podido escuchar a Iñigo Velez es que “el equipo prefiere jugar con gente. Soy consciente de que el equipo se va abstraer de todo lo que conlleva jugar en Badajoz. Veo al quipo concentrado, ilusionado y ambicioso. Vamos a intentar hacer nuestro fútbol, como contra el Linares. Sin balón somos un equipo muy incómodo y con balón sabemos dónde somos buenos, dónde somos fuertes. No somos un rival. La idea es hacer ocasiones, que el rival no intente hacer su juego y ser efectivos. Respeto al Badajoz sí, miedo no”.
El defensa Aimar, por su parte, incide en la idea de que “tenemos que ganar sí o sí si queremos cumplir un objetivo. Es un privilegio estar aquí, pero tenemos nuestras opciones y vamos a apurarlas”.
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