El análisis de Bingen Arostegi del derbi de San Mamés


El Athletic y el Alavés saltaron al campo de San Mames con la lección bien aprendida durante la semana y demostrando por qué eran dos de los equipos menos goleados de la categoría en estas cuatro primeras jornadas del campeonato. El conjunto rojiblanco se presentó en este derbi con su bloque habitual, con la entrada de
Ibai
en banda izquierda como novedad ante su exequipo. El santutxutarra tuvo una participación muy directa en la elaboración de las acciones de ambos goles. Primero en el pase que provocó el penalti a
Williams
de
Duarte
y después, en el segundo gol, disparando a portería para que tras el rechace de
Pacheco
, con una buena mano,
Muniain
consiguiera la tranquilidad para los leones.



El Alavés colocó de salida un equipo muy preparado para defender con un centro del campo muy rocoso formado por Pina,
Manu García
y
Wakaso
y con un clara intención defensiva para neutralizar a los rojiblancos, pero con poco despliegue ofensivo. Prueba de ello es que solo tiró a portería en el minuto 33, por medio de
Aleix Vidal
a las manos de
Unai Simón
.

A

sier Garitano,
teniendo en cuenta las incorporaciones de
Ander Capa
, decidió retrasar la posición de
Rioja
, jugando prácticamente de lateral izquierdo durante toda la primera parte y muy pendiente de defender para evitar los centros de quien se había convertido en uno de los pasadores de gol en las jornadas anteriores. Ante este escenario el Athletic tiró de paciencia, manejando el partido con inteligencia y moviendo el balón con la intención de desgastar a su rival y picar ese bloque de hormigón para generar alguna situación de peligro. Situación que no llegó hasta el minuto 25 en la cuando Iñigo centra para
Raúl
García
que tira alto.

En el 35 fue Ibai el que pasó para
Williams
, que fue derribado cuando se disponía a finalizar. Raúl lo convirtió en gol. Durante el segundo tiempo el Athletic controló el partido en todo momento, dando muestras de un gran seguridad defensiva y con algunos zarpazos como las ocasiones de
Muniain
, en el 64, que por muy poco no llegó a finalizar en línea de meta. Un minuto después Williams estrelló el balón en la escuadra y finalmente, en el 73, el propio capitán del Athletic, tras un gran paradón de Pacheco, firmó el gol de la tranquilidad.

En definitiva: gran victoria de un equipo bilbaíno que da muestras de su potencial en San Mamés con tres victorias consecutivas en otros tantos partidos como local y, lo más importante de todo, es que a este Athletic es muy difícil meterle gol dado el gran trabajo defensivo que realiza. Prueba de ello es que solo ha encajado un gol en cinco jornadas, algo que le permite dormir en lo alto de la clasificación.


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