Calor?, ¿quién ha dicho miedo a jugar con calor? Hubo una temporada en que el Athletic terminó el año en el campo del Betis y en aquella ocasión los termómetros marcaban 46 grados al comienzo del partido. 1-4 resultado final para los leones. No hay miedo y mucho menos con lo que nos jugamos. Cierto es que anuncian temperaturas más suaves a la hora del choque, así que no hay problema. No es momento para despistarse con factores externos.
Se ha llegado a la última jornada con opciones de quedar hasta sextos, así que la oportunidad es inmejorable para redondear el año, conseguir la clasificación sin previas y marchar de vacaciones a descansar a gusto. Es verdad que en frente está el Sevilla, rival con posibilidad remota de Champions ganando el partido. Los hispalenses redondearían así un año que se les está haciendo largo, sobre todo en este ultimo tramo en su propio campo. No es equipo fácil, ni estadio fácil; pero es a un partido y aquí ya no valen estadísticas. Aquí la salida de inicio marcara muchas opciones de triunfo.
No se puede especular y conformarse con empatar. Hoy es sufrir desde el minuto uno por conseguir el objetivo. Sufrir por todo lo que se ha sufrido durante buena parte del año viviendo en las posiciones bajas de la tabla y terminar sextos. Sufrir por dar una alegría a equipo, afición y a los jugadores que se marchan. Dejarlo todo en el campo porque es un partido donde se puede ganar siendo valientes.
Caparrós nos conoce bien, pero por aquí también le conocemos. Nadie es favorito ya. Hoy es una final y las finales se juegan para ganar. Hoy termina el curso y hay que irse de vacaciones sin los deberes pendientes de las previas europeas. Mal menor sería un empate que nos daría la opción de entrar, pero jugando las eliminatorias de verano. Lo bueno de este final es depender de uno mismo y, con ello, jugar tus bazas. Veremos cómo plantean Garitano y su cuerpo técnico un choque que se antoja complicado de salida.
Una salida en tromba de los leones podría inclinar pronto la balanza
Cierto es que no andan finos los sevillistas, que solo han ganado uno de sus últimos cinco partidos. Teniendo en cuenta que en su ultimo encuentro en casa cayó por 0-3, se puede intuir que se les ha atragantado un poco este final. Una salida en tromba de los leones podría inclinar pronto la balanza y hacer que hasta el publico del Nervión se pusiera nervioso con su equipo, al que vería como se le escapan todas las opciones. Es una baza a tener en cuenta. Por el contrario, si ellos son lo que se adelantan luego la cuesta se pondría muy empinada. Son maestros en gestionar resultados cortos.
Veremos un partido intenso y emocionante esta tarde en el Pizjuán. Para los dos equipos se decide todo el año en este envite y la poca o mucha gasolina que quede en las piernas hay que agotarla porque la ocasión lo merece. Fuerza y honor, como diría aquel.
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