Luca
Sangalli está inmerso en una etapa mucho más dura que cualquiera de esas rutas ciclistas que está aprovechando para disfrutar ahora que las obligaciones como futbolista quedan a un lado y se puede entregar a una de sus otras pasiones, la bicicleta. El vigoroso centrocampista txuri urdin de 26 años no puede ejercer su profesión desde que el fútbol se detuvo en marzo de 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria. Ipurua, hace 15 meses, fue testigo de las últimas andanzas profesionales de un Sangalli que, además, hoy cumple 12 meses en el dique seco.
Hoy se cumple un año desde que en uno de los entrenamientos previos a que se retomara el último tramo de la temporada 19/20, ante Osasuna, Sangalli sufrió una lesión de alcance en la rótula que le obligó a pasar por el quirófano. El parte médico habló de una “inestabilidad recidivante de rótula izquierda” que fue solventada mediante cirugía y que le ha tenido todo el año natural al margen de sus compañeros. Sólo en la recta final de esta temporada, de hecho, Sangalli ha podido saltar al terreno de juego para poder empezar a entrenarse, a correr y a tocar balón, aunque con las garantías suficientes de poder empezar la pretemporada a pleno rendimiento.
Quince meses sin jugar son muchos para cualquier profesional y eso, unido a la competencia que hay en el puesto en el primer equipo, ha llevado al club txuri urdin a proponerle a Sangalli una recalificación en el Sanse que el jugador ha aceptado, pese a que hablamos de una casuística inédita en la Real. Después de tres temporadas como miembro de pleno derecho del primer equipo de la Real, el centrocampista donostiarra volverá al filial, que jugará en Segunda División. Además de poner al servicio de Xabi
Alonso su experiencia, el principal objetivo de Sangalli será volver a sentirse futbolista y, con un año de contrato por delante, volver a ganarse un puesto en el primer equipo de la Real.
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