Julius Randle intimida en silencio antes del partido, caminar firme, absorta su mirada, ni siquiera ese acto reflejo de echar un vistazo al móvil como hacen sus compañeros. Al poco de empezar, a pesar de lo bulliciosa que siempre es Toronto, transfiere esa imponente concentración a acierto, un 5/7 de triples y 19 puntos en el primer cuarto sin pestañear. Lo empieza y también lo acaba, atenazando el último rebote para los Knicks, mandando callar otra casi locura de los Raptors, que mueren matando, de 99 – 107 abajo a falta de minuto y medio a 108-111 en la última posesión, con tiro errado de Barnes. Ha aprendido de Kobe Bryant.
Cuenta en el portal ‘The Player Tribune’ el interior, quien acabó con unos más que respetables 32 puntos (10/22 en tiros) y 11 capturas y no ha bajado de los 25 tantos en los últimos 9 partidos, que un día Kobe le dejó frío, tan felices que se las prometía Randle un día libre que tenían los Lakers en Dallas antes del partido del día siguiente contra los Mavericks.
-Julius, ¿qué vas a hacer?- le preguntó Kobe.
-Ver a mi familia, relajarme con los amigos, ya sabes, pasar la noche-, le respondió Julius.
-Nah, vamos al gimnasio-, contestó ‘The Black Mamba’.
-Bro…
Pero a Kobe no se le podía decir que no. “Cuando la Mamba te dice que hay un cambio de planes y te dice que vayas con él gimnasio por la noche, no preguntes nada. Sólo haz lo que te diga”, relata Randle, marcado de por vida por la extenuante y exhaustiva ética de trabajo de Kobe Bryant. Y puesta en práctica, claro por él. Por eso, aunque por su tosca apariencia no lo parezca, es hábil penetrando, preciso desde el perímetro pese a no ser un tirador y versátil defendiendo cualquier tipo de jugador, hasta al bailarín Pascal Siakam en el perímetro, limitado el camerunés anoche a 18 puntos con un 4/13 en tiros.
“Cuando Kobe te dice que hay un cambio de planes no preguntes nada, sólo haz lo que te diga”
La fortaleza de Randle es la del renacimiento que quieren los New York Knicks, con tanta finura y exquisitez dirigidos por ese chico que echan tanto de menos en Dallas, Jalen Brunson, lúcido en muchos momentos para sobrevivir a la trampa que Nick Nurse siempre tiene preparada a los talentosos bases como él, 26 puntos con un 9/19 en lanzamientos y un 3/6 en triples, 8 asistencias y 5 rebotes. Clarividencia, habilidad y madurez, siendo constantemente forzado a conducir a su lado menos hábil -el derecho-, pero resolviendo sin necesidad de bloqueos para volver a llevar el balón a su mano izquierda, fuera cambiándolo de mano, resolviendo con la diestra o, simplemente, ‘recalculando’ la ruta y buscando alternativas si no lo veía muy claro con el camino tomado.
El quinteto titular de los Knicks, sextos en el Este con 22-18, ofrece una sólida impresión -todos en dobles dígitos con 16 tantos de Quentin Grimes, 13 de Immanuel Quickley y 10 de Mitchell Robinson-, a la vez que el de los Raptors está cogido con pinzas. Ante la pobreza del banquillo -sólo un total de 13 puntos-, los titulares se ven al límite del colapso, con Scottie Barnes como el que menos minutos ha jugado con 35 mientras que Gary Trent Jr. se va a los 42. En el top-5 de jugadores con más minutos de la liga están segundo Siakam con 37, tercero O.G. Anunoby con 37 y Fred VanVleet -28 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias en este partido, también con 37.
Mientras, Juancho Hernangómez se queda sin jugar por segundo partido seguido por decisión técnica. No le pasaba desde octubre. “Tenemos más jugadores sanos de lo habitual tras recuperar a Precious (Achiuwa) y Chris (Koloko) pero en algunos partidos necesitaré a Juancho. Está jugando bien, creando en ataque y con buena defensa y rebote, veremos esta noche”, decía el entrenador de los Raptors, Nick Nurse, antes del encuentro.
El técnico intenta buscar soluciones que de momento no tienen efecto, sumido el equipo canadiense en una peligrosa dinámica negativa -3 triunfos y 7 derrotes en los 10 últimos choques-, que amenazan con dejarle sin play-offs, duodécimos en el Este ahora con 16-23, con los Hawks ocupando la última posición de play-in, la décima, con 18-21. A excepción de la locura de los minutos finales -contra los Bucks forzaron la prórroga perdiendo de 11 a falta de 50 segundos-, los Raptors no fluyen, bloqueados ante las defensas en zona que ya les pone de manera permanente cada equipo que visita Toronto.
Ni con Siakam en el parqué encuentra ya alternativas, sin acabar de crear buenos porcentajes desde el perímetro porque no se generan buenos tiros a través de la circulación -un 34% con 10/29 ante el 16/37 de los Knicks, con un 43%-, el tiro de media distancia no va y los equipos se adaptan a los aclarados para el pívot camerunés mientras Scottie Barnes, el ‘Rookie del Año’ del curso pasado, sigue en las musarañas, sólo 7 tantos con un 2/10 en tiros. Y VanVleet no lo puede asumir todo (9/21 en lanzamientos). Urgen cambios en Toronto.