Llegaba a este duelo tras tres triunfos consecutivos en la Premier League (Chelsea, Brighton y West Brom). Cuatro si se incluye el logrado en la FA Cup ante el Newcastle. Pero este jueves el Arsenal se estrelló contra el muro del Crystal Palace (0-0). Los de Mikel Arteta fueron incapaces de deshacer el empate inicial en el Emirates ante los de Roy Hodgson, que una vez demostraron ser uno de los equipos más correosos de la Premier League. Dominaron la posesión de balón los ‘gunners’, las ocasiones de gol más claras fueron de los ‘eagles’, y, como el fútbol acostumbra a ser caprichoso en estos casos, no marcaron ni unos ni los otros.
En su tramo inicial el encuentro tuvo un ritmo tedioso. Tanto, que si no fuese por este fútbol coronavírico sin público y porque en Inglaterra el respetable no acostumbra a impacientarse con facilidad, la inoperancia ofensiva del Arsenal hubiese dado para que llegasen sonidos de viento desde la grada.
En todo el primer acto los ‘gunners’ no encontraron la marcha extra que necesitaban para pillar al Palace sin el repliegue hecho, y los de Hodgson se limitaron a lanzar contragolpes y a buscar el gol en jugadas de estrategia. En una de ellas, con Eze botando una falta desde la banda izquierda, Tomkins cabeceó al larguero (39’), y justo antes del descanso (42’), fue Bernd Leno el que realizó una grandísima parada para evitar que un nuevo testarazo, esta vez de Benteke, encontrase la red.
En la segunda mitad el Arsenal mejoró en cuanto a sensaciones. El paso de los minutos hizo que el Crystal Palace, consciente o inevitablemente, se fuese metiendo poco a poco en área propia, pero lo hizo con tal acierto que a los de Arteta les resultó imposible poner en serios aprietos a Guaita. Más allá de un disparo de Bellerín desde la frontal, poco más hubo que diese como para pensar que llegaba el 1-0. Ni siquiera Pépé, que había sido suplente y entró en el campo mediado este segundo acto, fue capaz de encontrar la suerte del gol.
Al final, ‘resultado gafas’ (0-0) y la sensación de que este Arsenal, instalado en la zona media de la tabla, tiene más buenas intenciones que consistencia propia de los que luchan por el título en esta Premier. Puede que en unos años vuelva a esa pelea, pero en la presente temporada no va a ser salvo milagro mayúsculo.
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