El asombroso origen del Síndrome de Estocolmo

Por ser un trastorno sumamente conocido, pues se ha abordado en numerosas películas y series, es probable que sepas de qué se trata el síndrome de Estocolmo y cuáles son las curiosidades que distinguen el diagnóstico.

Pero si no estás al tanto de este desorden, éste es un buen momento tanto para repasar sus características como para recordar el caso por el cual se llama de esa forma y se ha popularizado así a lo largo de los últimos años.

¿Es muy frecuente?

Según la base de datos del FBI, más de la mitad de los casos de secuestro o toma de rehenes no presenta signos de Síndrome de Estocolmo. Estos solo afloran cuando la víctima ya ha sufrido en el pasado algún tipo de abuso como el actual. Hablamos de daño psicológico en niños, violencia doméstica, prisioneros de guerra o personas que ejercen la prostitución, entre otros.

El primer caso de Síndrome de Estocolmo

El 23 de agosto de 1973, Erik Olsson, presidiario de permiso, llevó a cabo un robo a mano armada en la pequeña localidad de Norrmalms, en Estocolmo. El secuestro duró alrededor de seis días y las víctimas de aquel encierro, tres mujeres y un hombre, acabaron defendiendo a su captor incluso una vez finalizado el juicio. Este suceso llamó la atención del criminólogo y psicólogo Nils Bejerot, el encargado de acuñar tan famoso término.

Otro caso de gran repercusión fue el de la joven multimillonaria Patricia Hearst, secuestrada a los 19 años por un grupo revolucionario llamado Ejército Simbiótico de Liberación. La familia de la chica, heredera de un importante imperio de la comunicación, donó más de seis millones de dólares a obras de caridad, tal y como los raptores habían solicitado. Sin embargo, estos no cumplieron su promesa y jamás liberaron a Patricia.

Unos meses después, la propia víctima participó como integrante de la banda en un asalto a un banco de San Francisco. Todos fueron arrestados y la joven condenada a siete años de prisión. Durante el juicio, el abogado defensor alegó que padecía el síndrome de Estocolmo. Una justificación que sólo convenció al presidente Jimmy Carter, quien absolvió a Patricia de todos los cargos dos años más tarde.

Nacimiento del síndrome de Estocolmo

Todo comenzó en el año 1973 durante un violento atraco a una sucursal del Banco de Crédito en la capital sueca. Erik Olsson atacó a dos oficiales de policía y mantuvo como rehenes a cuatro hombres y tres mujeres por días. Mientras los hechos se desarrollaron, una de ellas mostró diferentes signos de simpatía con su captor.

Sin embargo, no fue sino hasta el año siguiente que la denominación recorrió el mundo cuando la joven heredera Patty Hearst fue raptada a punta de pistola por varios de los miembros del Ejército Simbiótico de Liberación. Contrariamente a lo que cualquiera pudiera haber pensado, se alió a ellos y les ayudó en otros delitos.

Al cabo de un año y medio fue detenida junto a los otros integrantes del clan, acusada de reiteradas violaciones a la ley y condenada a siete años de prisión al encontrarse culpable de muchos de los cargos que se le imputaban. Aunque aseguró que participó en los hechos por presiones y abusos, los jueces no lo entendieron de igual modo. Relacionando los eventos es que el nombre de síndrome de Estocolmo tuvo una primera mención en la prensa.

Polémicas en cuanto al término

Si bien la definición del síndrome de Estocolmo como ese trastorno psicológico temporal en el que la persona que ha sido secuestrada se muestra comprensiva y benevolente con la conducta de los secuestradores es famoso, algunos estudiosos en la materia afirman que este síndrome no existe como tal sino que el mismo debería contemplarse dentro de otros diagnósticos, como el estrés postraumático complejo.


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